La Niña
de Tokyo
Por Ana C Molinar Trujillo
*Todas las historias son creación y propiedad de Ana C Molinar Trujillo
Cuando comenzó a trabajar en una empresa internacional, parte de su descripción de puesto eran tener libertad para viajar. Habían pasado 6 años desde que entró, conocía muchos lados del mundo, sin duda de las cosas que más le gustaban de su trabajo.
Empezó a crecer, nuevos puestos, nuevos retos y por el siguiente año tenéis que viajar una vez al mes a Tokyo.
Así comenzó su aventura de conocer una cultura que llamaba mucho su atención, jamas pensando que le daría un gran cambio en su vida.
(La historia de la prima de una amiga)
Cuando anunció a sus papás que estaría viajando una vez a la semana por mes, tenían sentimientos encontrados. Su mamá la apoya para que siempre tuviera su independientes financiera, su papá no entendía porque tenía que irse al otro lado el mundo si en México tenían la empresa familiar, a la que ella siempre se negó a entrar.
Ella sabía perfectamente la postura que tomarían sus papás, tema que siempre había pasado en su vida. Alguna vez llegó a penar si muchas cosas de las que hacía no eran por llevarle la contraria a su papá.
Ella era la hermana de en medio, entre dos hermanos hombres. Ellos si trabajaban en la empresa familiar, en el fondo preferían que su hermana no lo hiciera, les daba un poco de miedo que entrara y ella al ser tan inteligente se quedara con todo, pero siempre les decía “no se preocupen no entraré a esa empresa.”
Llegó el día de hacer su primer viaje a Tokyo, estaba muy emocionada por todo lo que representaba. Además de que siempre aprovechaba para quedarse unos días más.
Cuando llegó a la sala para esperar el avión estaba otro de lo directores de la empresa, ya habían trabajado en proyectos juntos, se llevaban bien como colegas, sabían muy poco de su vida personal.
“Hola ¿ya lista para tu primer viaje de muchos a Tokyo?” - Él
“¡Hola! ¿Qué te digo? Estoy más que lista!” - Ella
“¿Te vas a quedar días extra verdad?”- Él
“Si, me ofrecieron llevarme a conocer más cosas, tenía días de vacaciones así que aprovecharé” - Ella
“Es una cultura fascinante, toda la modernidad y lo histórico que puedes ver… sin duda de mis ciudades favoritas.” - Él
En ese momento le entró una llamada telefónica a él, ella regresó a ver su celular en lo que terminaba de hacerla.
Parecía que le estaba explicando a alguien donde estaba y que le avisaría cuando estuviera en el avión.
Ella se paró y le hizo una seña de que en un momento regresaba. Fue a buscar un latte y snakcs que pudiera llevarse en el avión.
Cuando regresó ya estaba la fila para subir al avión, él la llamó por su nombre y le dijo “vente acá entramos los dos juntos”
Ella caminó hacia donde él estaba.
“Gracias, pensé que aún se tardarían más en pasar.”
“No te preocupes hiciste bien en ir a comprar algo, además vamos en asientos junto, seguramente, siempre los compran así.” - Él
“Ay perdóname no te ofrecí si querías algo, no quería interrumpir tu llamada.” - Ella
“No te preocupes, justo me tomó uno cuando estaba llegando. ¿En qué asiento vas?”- Él
“En el 2c” - Ella
“Justo, vamos juntos” - Él
Comenzaron el abordaje, se sentaron en sus lugares, acomodaron sus cosas. “Vas a poder descansar, si es una diferencia ir en los que se acuestan” - Él
“Tengo la facilidad de dormirme donde sea” - se rió - “pero si estoy mas cómoda lo agradezco.” - Ella
Se acercó la aeromoza y les ofreció algo de tomar “¿algo para beber para usted y su esposo?”
“Muchas gracias, yo quiero agua por favor. ¿Tú esposo?” - Ella
Él sonrió por su respuesta y contestó “también por favor, gracias.”
Sentada en su lugar le dijo “perdóname que no corregí pero es a veces chistoso ver lo que la gente asume, que piensen lo que quieran y que sean felices.”
“Si, a veces es cansado tener que dar explicaciones a todo el mundo, bastante.” - Él
A ella le entró una llamada de su papá, habló con él, igual con su mamá. Él mandaba mensajes y acomodaba los libros que iba a leer.
Se abrocharon el cinturón y el avión despegó a los pocos minutos camino a Tokyo.
Continuará…
______
Continúa…
Durante el vuelo a Tokyo, leyó, vio series, películas, se durmió, cuando estaba por comerse sus snacks que consistían de gomitas que picaban, almendras cubiertas de chocolate, pelones, pica fresas, notó que él estaba despierto viendo una película, le hizo una sella por si quería algo.
“Vienes muy bien preparada. Te tomo un poco de todo ¿está bien?” - Él
“Claro, para eso son.” - Ella
Comenzaron a platicar de cuánto tiempo llevaban trabajando en la empresa, lo que habían estudiado, y comenzaron a platicar un poco sobre su vida personal.
“¿Qué dice tu novio con tanto viaje que tendrás?”- Él
“No hay novio, gracias a Dios.” - Ella, se rió
“¿De plano?”- Él, también se rió
“Pues ahorita si, me ha tocado cada uno que mejor así, soltera y feliz.” - Ella
“Recuerdo que algún tiempo en la oficina te veía con alguien…pensé que seguían juntos.” - Él
“Te juro que lo intenté pero no, no puedo con las personas que intentan controlar todo en ti, saber dónde estás… en fin una mala experiencia.”- Ella
Interrumpió la aeromoza para traerles algo de tomar.
“¿Y tú? ¿Estás casado, con pareja, soltero…?” - Ella
“Es una historia muy larga, muy larga… ya se que tenemos tiempo pero te invito a cenar el jueves que es una tarde más tranquila, ahí te platico.”- Él
“Vale, agendado.” - Ella
Siguieron hablando de muchas cosas hasta que ella le dijo que se dormiría un rato. Unas horas después llegaron a Tokyo.
Pasaron migración, fueron por sus malestar y al salir los estaban esperando para llevarlos al hotel.
Cada uno se fue a su cuarto, quedaban en el mismo piso, casi en frente uno del otro.
Cuando ella estaba sacando las cosas de su maleta, él llamó al teléfono del cuarto. Le dijo que si no haría nada la invitaba a caminar y así podía enseñarle un poco la zona.
Ella aceptó y quedarnos de estar listos en media hora.
Salieron a caminar, le mostró un poco de donde estaban y sus mejores recomendaciones “Siempre nos hospedan aquí, está cerca de la oficina, puedes irte caminando sin problema…”
Fueron caminando hasta el cruce Shibuya, ella estaba impresionada con todo. “Ven vamos por un café o té para que del segundo piso puedas ver todo el movimiento”. Parecía una danza entre las luces y las personas.
Ella solo dijo “wow”… “Te va a encantar venir tan seguido.”
Ella lo miró y le dijo “Gracias por tomarte el tiempo para enseñarme, en verdad te lo agradezco.”
“Yo feliz que por fin hayan contratado a alguien en ese puesto que sea inteligente, divertida y buna compañera de viaje. Tuve que conocer mucho de Tokyo solo, porque a todos les daba flojera salir.” - Él
“Pues yo feliz que seas mi guía…” - Ella
¿A dónde te van a llevar la semana extra que te quedas?” - Él
“Para esta ocasión pedí que me llevaran a Kamakura, en mayo hay un evento de Samurais, cuando me dijeron pensé que tenía que ir.” -Ella
“Suena muy bien, nunca he ido ¿puedes creerlo?”- Él
“Pues si puedes, aprovecha y quédate… a menos que tengas que regresar a algo.” - Ella
“Estaría bien ¿eh?… mañana mismo checo; además me caería muy bien un tiempo más acá.” Él
“¿De plano?¿tiene que ver tu historia larga en esto?” - Ella
“Así es, ya te platicaré.”
Se pararon y salieron del Starbucks donde estaban. Él la invitó a cenar algo típico, sushi y le dijo “nada que ver cómo es en México” y se tomaron un taxi para llegar al restaurante.
Cuando les asignaron la mesa, a él le entró una llamada. Contestó muy serio “ahora no puedo hablar…porque no puedo….creo que lo mejor es que no hablemos en estas semanas que esté fuera, necesito tiempo para pensar…creo que es lo mejor… yo sé… pero en verdad necesito tiempo…ya no se que decirte….te lo digo en buena onda, cuando regrese te busco, ahorita no te voy a contestar por ningún lado, espero que lo entiendas… en verdad ya me tengo que ir…bye, en serio, bye.” Y colgó
Mientras ella comía sushi le dijo “La verdad no me puedes dejar así picada, ya cuéntame parte de tu historia ¿qué está pasando?”
“Esta bien, esta bien, te cuento…además me caería bien un consejo.” - Él
Continuará….
——
Continúa…
“En teoría estoy comprometido, pero ya no estoy seguro de querer seguir con esa relación.” - Él
“¿En teoría? Es que uno está o no está ¿no? ¿Diste el anillo? - Ella
“Empiezo por el principio… nos conocimos en la universidad, literal en el segundo semestre, crecimos juntos personal y profesionalmente. Nos hemos acompañado en muchas cosas personales. Pensé que era la persona que más me conocía en el mundo, la que yo mejor conocía. Se que empezamos algo chicos pero en verdad siempre fue una relación muy linda.
Nos impulsamos mucho en nuestras carreras, ella me vio crecer, ver lo que me costó estar donde estoy… o sea yo me fui a estudiar fuera la maestría, ella también a distintos lugares y seguíamos juntos sin problema…” - Él
“Perdón que interrumpa ¿cuántos años llevan juntos?” - Ella
“Los dos teníamos 19 años y ahora tenemos 32, o sea 13 años.” - Él
“Pues si es mucho… ¿viven juntos?” - Ella
“Como si viviéramos porque en fines de semana solía quedarse en mi depa, pero ella quería que nos casáramos y buscáramos un nuevo lugar… yo no veía sentido en hacerlo, por el momento, esa Depa es mío” - Él
“¿Pero que pasó? ¿Por qué no sabes si estás comprometido o no?… suena por lo que dices a qué son una súper pareja.” - Ella
“Eso es lo que se aparentaba, por parte de ella. Yo si lo creía hasta que me enteré que estaba saliendo con alguien más al mismo tiempo que conmigo… le di el anillo hace seis meses, pero hace un mes se me hizo raro que no estuviéramos ya planeando todo. Así que un día me enteré porque no estábamos planeando nada, había alguien más.” - Él
“O sea ¿te puso el cuerno?… no pues no quería estar contigo entonces, bueno eso diría por sus acciones ¿no?” - Ella
“Ella dice que es complicado, que de repente ya no sabía si estaba conmigo porque me quería o por costumbre.” - Él
“¿Puedo preguntar cómo te diste cuenta?” - Ella
“Me habían aprobado otro crédito, yo no quería mudarme pero ella quería un Depa nuevo… la estuve buscando todo el día y nada, me preocupe y fui a buscarla a la hora de la comida a su oficina, fui al lugar donde siempre me decía que comía y ahí estaba con alguien más, era obvio que estaban juntos, tomados de la mano, beso… ya sabes.” - Él
“¿Y que hiciste fuiste a su mesa a decirle algo?”- Ella
“En ese momento solo pude tomarle una foto, no pude pararme ahí… no se si saque la foto porque quería ver que había sido real, que no me lo estaba imaginando.” - Él
“Lo lamento en verdad… y ¿cuando hablaste con ella?” - Ella
“Esa noche yo había quedado e ir a verla y no fui… no le contesté llamadas, nada, estaba muy enojado, decepcionado, triste… y llegó a verme al depa, tiene llave así que entró y pues ahí le mostré la foto y solo le pregunté quién era, cuánto tiempo llevaban juntos y si lo quería.” - Él
En ese momento interrumpió un mesero si todo está bien o querían algo más.
Ella le dijo que dos Sake… volteó a verlo a él “los necesitamos”, él le contestó “lo acepto”
“El punto es que me dijo que lo conoció hace 7 meses, amigo de alguien de su oficina, un día que fueron a cenar, que era muy atento con ella, que supo cómo conquistarla, que estaba confundida… no sabía que quería. Que éramos este cuate y yo muy diferentes.
Le dije que no me comparara, le pregunté si él sabía que tenía novio, anillo, boda… me contestó que si, pero que él no la veía tan feliz como cuando estaba con él.” - Él
“Pero me imagino que te ofreció una disculpa, algo…” Ella
“En ese momento no, me limité a decirle que no sabía quién era, que era mejor que se fuera… y lo que más me dolió fue que me regresó el anillo, que me quería mucho por lo que habíamos vivido juntos pero también lo quería a él y necesitaba darse una oportunidad para entender lo que estaba pasando.
Cuando se iba a ir solo me dijo que nunca pensó que ella iba a ser esa persona pero que algo cambio y comenzó ver en alguien más otro futuro.” - Él
“Pero si ella te regresó el anillo, ¿porque ahora te llama tan insistente?” - Ella
“Ahí está otro tema… me buscó hace una semana, me dijo que se había equivocado, que me amaba a mi, quería estar conmigo, casarse… hasta me dijo que no teníamos que mudarnos. Yo estaba muy triste, tanto tiempo juntos, no me ubicaba en ningún lado. Ella me iniciático mucho esa semana y le dije que tenía que pensarlo, me pidió el anillo de regreso, le dije que no sabía si era lo mejor… pero literal lo tomó y se lo puso.” - Él
“Perdón ¿por qué el cambio tan repentino?” - Ella
“Ese día se fue con el anillo… en la madrugada regresó al Depa, con unas copas demás y me dijo que yo si quería darle lo que ella necesitaba, que el otro no quería casarse, que le dijo que le gustaba mucho pero que no quería ni casarse ni tener una familia.” - Él
“¿Qué hiciste cuando te dijo eso?” - Ella
“La acosté a dormir en el cuarto de visitas. Me puse a hacer mi maleta…no sé cómo explicarlo pero ahí si sentí que todo se había terminado. A la mañana siguiente se levantó, de nuevo me dijo lo mismo de que quería estar conmigo, que me amaba a mi… le pedí que se fuera que ya se había terminado todo, si se quería llevar el anillo que se lo llevara.” - Él
“¿Le dijiste lo que ella te había dicho cuando llegó?” - Ella
“Si, cuando no se quería ir le recordé todo lo que me había dicho…le dije que no se trata de como yo si se lo quería dar, yo era la opción… le dije que me puso el cuerno, que estaba muy decepcionado… dolido. Se atrevió a decirme que si yo nunca le había puesto el cuerdo, que ella me perdonaba.. mi respuesta fue que no, yo creía que si estaba enamorado y quería estar con ella. Le pedí que se fuera… se puso peor, no paraba de llorar, me espere a que se tranquilizara… yo tenía que salir al aeropuerto. Me pidió mil veces perdón, que me acordara de todo lo que habíamos vivido juntos, que fue un error… que si necesitaba casarse y tener una familia conmigo porque a mi me ama, al otro no… que le diera una oportunidad.” - Él
“¿Te has dado cuenta que ella usa la palabra necesito y tú querer? Creo que son dos cosas distintas… una cosas es querer estar con alguien porque lo amas y otra cosa es necesitar, en el fondo nadie necesita de nadie, eliges y quieres estar con alguien?” - Ella
“Nunca lo había pensado así, creo que lo tomaba por igual… pero si tienes mucha razón, muy sabia ¿pues cuántos años tienes?” - Él
“Fue el sake” - Ella se rió “26 años, ya sabes la nuevas generaciones…” los dos rieron
“Entonces esa es la historia, me vine al viaje, le dije que hablaríamos cuando regresará… pero ella se intentó despedir como si nada pasara, cuando quiso darme un beso me quité…”- Él
“O sea te viniste sin darle respuesta… ¿por eso estará así?” - Ella
“Pues si le di respuesta, le dije que se había terminado, pero ella sigue insistiendo…. Entonces pues para mi no, para ella si.” - Él
“Si está difícil… lo único que te puedo decir es, gracias por la confianza y que solo tú sabes si quieres regresar o no. El tiempo acá te dará perspectiva.” - Ella
“Salud por ese sake” - Él
“Salud” - Ella
Siguieron platicando de más cosas, ella estaba encanta con la cena, él se sentía más ligero de poder contarle lo que había pasado y se quedó pensando en la diferencia en querer y necesitar.
Se regresaron al hotel, mañana tenían día libre para el lunes comenzar con juntas. Cuando estaban en el elevador, ella le preguntó “¿Quieres dormir o necesitas dormir?” A lo que él contestó “sin duda necesito dormir, estoy agotado”…. Salieron del elevador y caminaron a su cuarto, ella volvió a preguntarle “sin pensarlo mucho ¿quieres perdonarla o necesitas perdonarla? …. Él se quedó callado y le dijo “Ninguna, solo se que ahorita no quiero estar con ella.”
“Ahí está tu respuesta…” - Ella
“Gracias… me dejas pensando.” - Él
“Mejor ya duérmete, mañana será otro día.” - Ella
Se despidieron y cada uno entró a su cuarto.
A la mañana siguiente, ella se dio cuenta que no habían intercambiado teléfonos.
Se paró, hizo su ejercicio, se bañó, desayunó… no se lo encontró para nada.
Antes de irse le dejó una nota que metió debajo de su puerta.
“Kon'nichiwa, jajaja gracias a Google por existir. Me di cuenta que no tengo tu cel, voy a ir al Jardín Nacional Shinjuku Gyoen, estaré en el lobby a las 11am para pedir un taxi. Ohayō (Buenos Días)”
Bajó al Lobby a las 10:15 para tomarse un té, sentarse a leer Murakami y esperar que dieran las 11 para irse.
Ella estaba en un sillón que podía ver cuando la gente bajaba del elevador. Sonó su alarma, cerró su libro, lo guardó, se paró y él apareció bajando del elevador.
Él camino hacia ella y le dijo “Kon'nichiwa, ¿nos vamos?”
“Vamos”
Continuará….
——
Continúa…
Del hotel les pidieron un taxi, estaban esperando en la baqueta para que les asignaran uno. Platicaron de cómo habían dormido, que habían hecho temprano en la mañana…
“Dormir y dormir, hasta que decidí que era mejor pararme, pensaba ir a desayunar algo y fue cuando vi tu mensaje.” - Él
“¿O sea que no desayunaste?” - Ella
“No, pero ya compraremos algo allá.” - Él
“Toma, no tengo idea a que saben solo me dijeron que tenían Nutella y pues todo lo que tenga Nutella sabe bien.” - Ella
“Muchas gracias, muchas gracias, te lo acepto. Si, todo con Nutella sabe muy bien. ¿Cómo sabías que no había desayunado?” - Él
“Adiviné”- Ella, serió y él también
Se subieron al taxi para ir camino al jardín, ella iba feliz viendo todo por la ventana. Sin duda muchos encuentros culturales. Él se sentía muy bien estando con ella, sin duda era algo nuevo que no conocía que le causaba mucha curiosidad.
A ella le sonó su teléfono, era su papá.
“Hola papi ¿Cómo estás?… que bueno. Acá todo increíble… si me acuerdo que me dijiste eso…justo voy camino al jardín, te mando fotos de allá…¿y mamá?… bueno que me llame al rato… No, voy con un amigo de la oficina… claro, un beso, te quiero… bye.” - Ella
Siguieron platicando de otras cosas, hasta que llegaron al jardín. Sin duda era un lugar hermoso, caminaron mucho. Buscaron algo de comer cerca, ella le propuso que probaran algo nuevo que no pudieran comer en México.
“Reto aceptado, yo como de todo… bueno casi de todo.” - Él
“Oye, hoy no te he visto sacar para nada tu teléfono, ¿de plano está muy intensa la situación?” - Ella
“En verdad si necesito tiempo y espacio, así que la bloqueé y como hoy es domingo dejó mi celular en el hotel… así es más fácil.” - Él
“Esa es una gran idea, lo aplicaré el próximo domingo… domingos desconectados.” - Ella
¨Platícame algo ¿qué te gustaría conocer de Tokyo o Japón?” - Él
“Quiero ver Geishas ¿tu nunca has visto una?” - Ella
“No, pero se me hace un buen plan ¿Te parece si preguntamos en el hotel y vemos si antes de irnos podemos conocer alguna?” -Él
“Me parece perfecto.” - Ella
Pasaron un gran día juntos, a la mañana siguiente se fueron a la oficina juntos, tuvieran juntas separadas, comieron separados, y así el resto de la semana. Solo a la hora de la salida quedaban de esperarse para regresarse juntos.
El siguiente fin de semana, siguieron haciendo planes juntos, en algunos los acompañaba gente de la oficina que les estaban mostrando buenos restaurantes o lugares de interés en Tokyo. Se la pasaban muy bien juntos, podían platicar de muchas cosas, ella se veía contenta y el libre sin sentir presiones.
Iban a comenzar el viaje juntos, la semana extra que se quedarían. La persona que la iba a acompañar el viaje, una compañera del la oficina de Tokyo no podría ir por un tema personal pero les dio todos los detalles.
Mientras esperaban para que los recogieran, él la volteó a ver y le dijo “Gracias por dejarme incluirme en tu plan, en verdad lo necesitaba.”
“Yo feliz de que vengas… de hecho siento que esta semana nos vimos muy poco.” - Ella
“Creo que fue cuando más nos vimos pero en juntas, pero si te entiendo, muchos compromisos laborales.” - Él
“Ay si, estuvo mortal, pero esta semana de descanso nos caerá muy bien a los dos.” - Ella
Sonó el teléfono de ella, y se paró a tomar la llamada, con una seña le dijo que ahora regresaba. Era su mejor amiga que la llamaba para saludarla y preguntarle cómo iba todo.
“Justo estoy por irme al viaje...si, él también viene… si, solos… ay no creo, ni al caso… si, es muy guapo pero creo que tiene temas pendientes, además trabajamos juntos, distintas áreas pero mismo lugar y lo más importante no quiero ser rebound…él tiene muchas cosas que poner en orden… bueno ya me tengo que ir, te llamo cuando regrese, bye.” - Ella
Regresó con él y se prepararon para su siguiente destino.
Pasaron una semana increíble en Kamakura, las platicas eran más profundas, conociéndose un poco más. Él era muy caballeroso con ella, en alguno de los tramos que se podía resbalar o cuando les tocaba lluvia, le llegaba a tomar la mano. Aunque ella intentaba no sentir nada, era un poco inevitable.
Regresaron a Tokyo por una noche más, salieron a cenar y él le dijo como se sentía.
“He pensado mucho esta semana en que tengo que ser sincero conmigo, sin duda lo que pasó con mi ex me deja muy claro que no quiero regresar a esa relación. Quiero estar con una persona que los dos estemos bien cuando estemos juntos, que nos apoyemos en todo…” - Él
“Wow ¿tanta claridad en estas tres semanas?” - Ella
¨A veces solo necesitas que una persona te ayudan a ver con más claridad.” - Él
Cuando él estaba a punto de decirle algo más, se acercó a la mesa la compañera de trabajo que no pudo ir al viaje… ¨Perdóname se me olvidó decirte que venía, nos quería ver a los dos antes de irnos.” - Ella
“No hay problema… te puedes sentar aquí hay espacio.”- Él
Tuvieron una cena rica, la compañera de trabajo fue con ellos a su hotel, se llevaba muy bien con ella y quería darle unas cosas que le había comprado.
Él solo le dijo que veían mañana para irse al aeropuerto juntos. Se despidieron y cada uno se fue a su cuarto.
Ella estaba en su cuarto con su compañera de trabajo, le estaba dando varias cosas, sonó su celular era un mensaje de él… ella sonrió, le contestó y regresó con su compañera de trabajo.
“Hacen una pareja muy linda… ya se que ya me dijiste que son amigos, pero hoy literal sentí que interrumpí algo.” - Compañera de trabajo
“¿Será?… ya veremos que pasa? - Ella
“¿Vuelven a venir juntos?” - Compañera de trabajo
“Yo regreso en dos semanas… no le he preguntado.”- Ella
Y siguieron platicando de muchas cosas más. Cuando su amiga se fue, terminó de hacer su maleta, aun era temprano 9:00pm pero tenían que irse temprano.
Unos minutos más tarde él tocó a su puerta…
“¿Está todo bien?” - Ella
“Ponte una chamarra y unos tenis, vamos a un último lugar.” - Él
“Estoy en pijama ¿no importa?”- Ella
“Vamos, no pasa nada.” - Él
En el camino él le iba contando que aunque en Kioto pueden encontrar más Geishas, le recomendaron un lugar donde podrían verlas. Iban camino a Asakusa, uno de los barrios donde podrían ver algunas.
Estaban en la banqueta sentados, esperando ver pasar a una.
“¿Estás seguro que vamos a ver a alguna? Ya es un poquito tarde, mañana va a estar mortal levantarnos.” - Ella
“Si, me dijo el CFO de acá que más o menos a esta hora podemos ver una o dos, que ya quedan muy pocas, pero había que intentar.”- Él
Y si, paso una caminando en sus sandalias tradicionales de madera, por respeto a ellas no tomaron ninguna foto, la vieron entrar a una casa de té, y ellos regresaron al hotel.
Ella no podía creer que había visto una… “En verdad muchas gracias, gran sorpresa.”
Él le dio un beso en la mejilla, la dejó en la puerta de su cuarto y le dijo que se veían mañana para irse al aeropuerto, él tenía que hacer unas llamadas muy temprano y no podía verla para desayunar pero se veían en el lobby.
Al día siguiente se vieron en el lobby, se saludaron como siempre con mucho gusto, él seguía en llamada de la oficina, colgó poco antes de llegar al aeropuerto… ¨Perdóname no pensé que sería una mañana tan intensa”
“No te preocupes, ¿Todo bien?” - Ella
“Laboralmente si, nada que no se pueda arreglar cuando llegue a México. Y personalmente muy bien, no me esperaba estar así.” - Él
Se bajaron del coche que los llevaba, ella se quedo parada con sus maletas, él se puso enfrente de ella y le dijo…
“Ayer en la cena quería decirte que me gustas mucho, se que solo llevamos estas tres semanas de conocernos, pero sin duda me gustaría seguir viéndote, que saliéramos y veamos que hay aquí… antes de que me digas algo, quiero decirte que hablé con mi ex después de que fuimos al jardín, le dije que no tenía nada que pensar, que se había terminado…” - Él
“No se que decirte…” - Ella
“No me tienes que decir nada ¿te puedo invitar a cenar en México al día siguiente que lleguemos?” - Él
“Si, claro que si…” - Ella
En el avión de regreso a México, estaban sentados juntos de nuevo, venían platicando, él tomó su mano, la miró y se acercó y la beso.
Ella le respondió el beso, se miraron y sonrieron.
Comenzaron una relación muy bonita y estable al poco tiempo, seguían viajando juntos a Tokyo, a ella le ofrecieron un puesto fijo en la empresa allá y él consiguió que lo pudieran mover también. Comenzaron una vida juntos en un lugar que nunca imaginaron.
Ella aprendió que si la vida te quiere sorprender ¡déjate!, que no hay tiempos correctos ni perfectos, las cosas simplemente pasan y está en ti si las disfrutas o no.
The end!