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La Niña 

de Milán

Por Ana C Molinar Trujillo
*Todas las historias son creación y propiedad de Ana C Molinar Trujillo

Desde pequeña fue muy unida a su familia, sobretodo a su abuela que vivió con ellos muchos años. Era la hermana de en medio, por lo que siempre encontró formas de ser única y no sentirse comparada con sus hermanos. 

Jamás pensó que su vida cambiaría tanto, menos cuando intentaba ser siempre ejemplar para su mamá y su papá.  Siempre tuvo el apoyo de sus papás en todo, aunque su familia era acomodada en México, la educaron siempre por trabajar por lo que quería…”El dinero no crece en los árboles”, le decía siempre su papá. 

 

(La historia de la prima de una amiga)

 

Desde que tenía memoria le encantaba la ropa, cambiaba a sus Barbies con distintos outfits, un año su abuela le compró una maquina de cocer para niñas, la aprendió a usar muy bien y hacía sus propios modelos. 

Su papá siempre lo vio como un pasatiempo, pensó que cuando creciera se le pasaría el gusto y se enfocaría más a negocios, ya que tenía en mente que todos trabajaran junto en el negocio familiar, pero a ella no le interesaba en lo más mínimo. 

 

Cuando estaba en su último año de prepa, al elegir su carrera tenía claro que quería diseño de modas, su abuela siempre la alentó a que lo hiciera pues tenía mucho talento. Pero cuando le platico a su papá la idea de estudiar esa carrera, la respuesta fue “Me parece muy bien, siempre y cuando tu la pagues. Si quieres nuestra apoyo es negocios internacionales o mercadotecnia.” 

 

Ella estaba muy enojada con su papá, pero sabía que gritarle, reclamarle o llorar no haría ningún cambio. Donde quería estudiar, la colegiatura era un poco elevada, no había forma que pudiera cumplir ella sola pagando esa carrera, no por lo menos los primeros dos años. 

 

Una tarde platicando con su abuela, le contó como se sentía… su abuela la escuchaba paciente pero siempre la impulsaba a lograr lo que quería.

“Mira hija, encontré esta escuela en Milán, creo que deberías irte a estudiar allá… luego creemos que estudiar en Europa es más cargo y hay lugares más accesibles ¡inténtalo!”

 

Más tarde su papá la buscó, “Se que estás enojada conmigo y que prefieres no decirme nada… a veces siento que te estoy haciendo lo mismo que mi papá hizo conmigo, pero lo único que quiero es que estés preparada, yo no estaré siempre aquí para ti… así que vamos a hacer un trato, estudia negocios o mercadotecnia, y terminando estudias diseño de modas, así tendrás una base de negocios establecida que te ayudará a crecer tu negocio, si eso es lo que quieres hacer…”

 

“Se que mucho de lo que haces es para cuidarme, pero somos personas distintas papá, no voy a vivir lo mismo qué tu, en verdad intento entender tu preocupación, pero tienes que confiar en los pasos que yo daré.” - Ella

 

“Piénsalo y lo hablamos con calma en un par de días ¿te parece?, negocios o mercadotecnia y después te ayudo a pagar tu segunda carrera…” - Papá

 

Pasaron un par de días y antes de hablar con su papá, estaba dispuesta a decirle que no, que ella vería la forma de resolver el pago de su carrera. Estaba caminando de lado a lado de su habitación, cuando entró su mamá al cuarto… “Ven hija, siéntate tantito… sé que vas a decirle a tu papá que vas a estudiar lo que tu quieras… si, lo se, conozco esa mirada. Lo que te quiero decir es que no sabrás lo difícil que es la vida real hasta que estás allá afuera, se que lo podrás hacer sola sin apoyo, pero el inicio puede ser un poco frustrante y podrá llegar el punto donde estés tan cansada de nadar contra corriente que un día días que esa no era la opción..”

 

“Mamá ¿cómo me dices eso?” - Ella

 

“Te estoy diciendo la verdad, a tu edad todo mundo cree que todo es perfecto y nada pesa, pero la vida real si pesa un poquito… lo que te quiero proponer es que eventualmente vas a buscar estudiar algo de marketing o negocios, en verdad te será muy útil si un día quieres abrir tu propia línea de ropa, una tienda, lo que quieras… piénsalo así, lo estás haciendo al revés, y cuando llegues al diseño de modas tendrás ya una base bastante sólida y estarás más madura, en una de esas te vas a Milán.” - Mamá

 

“¿Por qué la abuela y tú hablan de Milán?”  - Ella

 

“Tu crees que de la nada tienes el don de la moda, de telas, el gusto… eso se hereda hija.” - Mamá

 

“¿Tú mamá o la abuela?” - Ella

 

“Las dos, pero ya habrá tiempo de contarte esa historia…” - Mamá, la beso en la frente y salió de su cuarto.

 

Decidió hacer el plan como su mamá le había dicho, intentar de terminar lo más rápido su carrera de negocios para después poder estudiar diseño de modas. Así en tres años y medio, ya se estaba por titularse, el último verano comenzó a trabajar, conoció es poder que te da el tener tu propio dinero y poco a poco depender menos de sus papás. 

 

Cuando se dio cuenta ya llevaba trabajando 7 años, estaba por cumplir 28, viviendo sola, disfrutando de su independencia económica. Aunque sus papás ya no la mantenían, siempre los llevaban a todos de vacaciones todo pagado. Así que se estaba preparando para ir a Milán con toda la familia.

 

Llegaron de noche a Milán, así que se dirigieron directo al hotel, por la mañana comenzarían a conocer la Ciudad, un viaje que su mamá y su abuela morían de ganas de hacer con ella, más tarde ella descubriría por qué. 

 

 

Continuara…

 

——

Continúa…

 

Había viajado a muchos lugares con sus papás, pero nunca habían ido a Milán, nunca se había preguntado por qué y tampoco entendía la razón de solo ir ahí sin pasar por otros lugares en Italia. 

A la mañana siguiente que estaban desayunando todos juntos en el hotel, mientras su mamá y su abuela planeaban el día, ella interrumpió con una duda…

 

“No me queda claro ¿por qué este vez solo venimos a Milán?….a ustedes siempre les encanta visitar más de un solo lugar.” - Ella

 

“Porque Milán no se comparte con ningún otro lugar, así de sencillo… ya entenderás cuando lo comiences a conocer.” - Abuela

 

Antes que terminarán de desayunar, su mamá les comentó que la primera parada obligada sería la Catedral de Milán, “Hoy vamos a Duomo di Milano” en un tono italiano, ella quedó un poco sorprendida por su pronunciación, lo hacía bastante bien, lo que le pareció un poco extraño pero lo dejó pasar.

 

Saliendo de ver la Catedral, se paró en frente de ella, era impresionante su belleza.

 

“Es hermosa ¿no crees?” - Abuela

 

“Si, lo es… los detalles en la arquitectura, los vitrales…es una belleza.” - Ella

 

“Y lo que te falta por ver…” - Abuela

 

Siguieron su recorrido durante toda la semana, fueron a muchos de los lugares importantes en Milán, desde el Castillo Sforzesco, el distrito de Porta Nuova, a Galería Vittorio Emanuele II.

 

Un día por la mañana estaba ya lista en el lobby para seguir conociendo Milán, sentía que el tiempo no le alcanzaría, hasta el momento, había sido un gran viaje. 

 

“¿Hoy a dónde vamos?” - Ella

 

“Tu papá se irá con tus hermanos a un partido de fútbol, ya necesitaba un poco de entretenimiento del estilo, tu abuela, tu y yo iremos a otro lugar… te platico en el camino.” - Mamá

 

Se subieron a un coche y las llevaron a su siguiente destino..

 

“Hemos llegado al Instituto Marangoni, ¡no puedo creer que estoy aquí después de tantos años!” - Abuela

 

“¿Qué hay en este instituto abuela?” - Ella

 

“Vamos a entrar para que lo veas con tus propios ojos.” - Abuela

 

Cuando entraron, algo muy adentro de ella se movió, es como si una parte que estaba dormida se despertó de nuevo, no recordaba que estaban ahí ese gran amor por la moda. 

 

Las recibieron y dieron un tour privado por las instalaciones, tanto su abuela como su mamá estaban muy emocionadas. Después de unos minutos de caminar, se sentaron en una de las mesas de una sala a tomar un café.

 

“No estoy entendiendo nada ¿qué hacemos aquí? ¿Por qué pareciera que estuvieron aquí antes?”- Ella

 

“Porque estuvimos, hija… las dos, tu mamá y yo.” - Abuela

 

“Sabía que habían estudiado algo en Europa pero solo me quedé con esa idea, nunca hablan de moda o muestran interés por el tema”- Ella

 

“El tiempo pasa muy rápido, a veces hay que recuerdos que nos decimos a nosotras mismas para volver a vivirlos… en algún momento íbamos a platicar contigo pero todo se complicó un poco cuando comenzaste a estudiar que no quisimos meterte más ruido.” - Abuela

 

“¿Tú también mamá, estudiaste aquí como la abuela?” - Ella

 

“Si hija, solo unos meses, no tantos como tu abuela que fue muy valiente de venirse para acá sola, aunque tenía todo el apoyo de su papá, que también era un fanático de la moda.” - Mamá

 

“¿Pero qué pasó Má, por qué nunca lo platicaste?” - Ella

 

“Creo que me sentí un poco avergonzada de que no terminé mi curso, lo hice por una de las mejores razones, pero sentía que no contaba porque nunca regresé para terminarlo, era un poco complicado regresar.” - Mamá

 

“¿Por qué no lo terminaste?” - Ella

 

“Porque en un viaje como parte del curso conocí a tu papá en España, regresé a seguir estudiando pero iba mucho a visitar a tu papá a España, ya sabes el abuelo lo tenía trabajando de sol a sol sin descansos hasta que decidió mandarlo a México para abrir el negocio allá y me pidió que me regresará con él…” - Mamá

 

“Si, te embarazaste y se casaron recién llegaron a México… pero siempre pensé que todo había pasado en España, nunca supe lo de Milán.” - Ella

 

“Fui yo quién decidió no contarlo… pero bueno ya pasaron muchos años de eso.” - Mamá

 

“¿Entonces venimos a que me mostraran esta parte de su historia?” - Ella

 

“Si y no…si, claro que la queremos compartir y hay otra razón… Antes estabas dispuesta a dejarlo todo por estudiar diseño de modas y creemos que dejaste se sueño y pasión que tenías.” - Abuela

 

“Las cosas cambian, no se si crecí… si estoy acomoda con lo que tengo ahora…” - Ella

 

“Bueno, tenemos un plan para ti… tomar un par de clases las tres…” - Mamá

 

“¿Y el viaje?…¿o sea ahorita?”- Ella

 

“Si, los últimos días del viaje, nos quedaremos las tres, papá y tus hermanos se regresan antes, y nosotras nos quedaremos los 7 días extras para que puedas probar el curso con algunas clases, la abuela y yo queremos revivir viejos tiempos, ¿qué piensas?” - Mamá

 

“No se qué decir…” - Ella

 

“¿Qué tienes que perder?” - Abuela

 

“Nada.” - Ella

 

“¿Qué tienes que ganar?”- abuela

 

“¿Mucho?”- Ella, contestó un poco dudosa

 

Continuará

 

——

Continúa…

 

Llegó el día en que su papá y hermanos se regresaron a México, su mamá y abuela estaban listas para comenzar la aventura, ella no sabía ni cómo definir cómo se sentía. 

 

“¿No te parece increíble que podamos hacer esta experiencia las tres juntas?” - Abuela

 

“Jamás lo hubiera imaginado” - Ella

 

Prepararon todo para asistir al día siguiente a su primera clase. Su abuela y su mamá parecían niñas chiquitas, estaban muy emocionadas por lo que estaban por hacer. 

 

Ella prefirió no mostrar mucha emoción, lo tomó como una experiencia más del viaje… “en unos días estaré de regreso en casa”, pensó. 

 

Cuando entraron a la primera clase y comenzaron a ver detalles de la moda en los últimos tiempos, le comenzó a parecer fascinante… cómo desde una pintura se mostraban las modas de los años que además comunicaban las clases sociales. 

 

Después pasó a una clase de moda y negocios, recordó aquella emoción que sentía cuando una buena marca le generaba toda una gran experiencia. En cada una de las prendas había una emoción, un sentimiento. 

 

Y por último, ese día, pasaron a taller, donde en un bosquejo comenzó a trazar líneas sobre la moda - época que más ha impactado en su vida. Mientras dibujaba volteó a ver a su mamá y abuela, las dos lo hacían con tanta naturalidad, por fin ya sabía de donde venía este amor suyo hacía la moda. 

 

Cuando terminó, lo entregó al profesor y salió al pasillo a esperar que su abuela y su mamá saliera. Mientras esperaba, por la ventana del edificio contemplaba el lugar en donde estaba, preguntándose muchas veces “¿qué estoy haciendo con mi vida si amo el diseño de modas?”

 

De repente se paró él a su lado, un poco engreído, con una sonrisa única y una voz fuerte “¿te está gustando tu día de prueba?”, con acento italiano intento pronunciar lo mejor que pudo el español … “¿Lo estoy haciendo bien?”… 

 

 

“Si, lo haces bastante bien, y si, me está gustando mucho. 

 

Continuará…

 

 

——-

 

Continúa…

 

Comenzó a platicar con él en inglés, intentaba un poco el español pero apenas lo estaba aprendiendo. 

 

Cuando salió su abuela y su mamá del taller, se acercaron a ella, “¿interrumpimos?”- Mamá

 

“No, no, para nada… me estaba recomendado un lugar muy rico para ir a cenar ¿tienen hambre?” - Ella

 

“Yo estoy hambrienta, así que vamos pero trae a tu amigo.” - Abuela

 

“Apenas lo conozco abuela…” - Ella

 

“¿Lo invitas tú o yo? Acá todo es distinto, así que vamos a aprovechar, así no cenamos solas las tres.” - Abuela

 

Ella se acercó a decirle si quería ir a cenar con ellas, él aceptó. En el camino le llamó al chef que era amiga suyo para avisarle que iban en camino. 

 

Llegaron a un restaurante que tenía mucha historia, estaba ubicado en una antigua fábrica de acero, Rataná…”aquí van a probar comida milanesa con un toque contemporáneo” - Él

 

“Te agradecemos mucho en verdad, recuerdo que uno de mis hijos comentó que quería venir pero se tenía que reservar con tiempo.” - Mamá

 

Estuvieron platicando de muchas cosas, tanto su mamá y su abuela, hablaban muy bien inglés, así que se entendieron muy bien. Por momentos él intentaba hablar español y les prometió que mejoraría cuando regresarán a Milán. 

 

“Entonces eres interiorista, sin duda me gustaría conocer tu trabajo.” - Abuela

 

“Si, me encanta, he tenido la oportunidad de aprender de muchos lugares, pero nada como Milán. Con mucho gusto nos organizamos y las llevó a una casa que acabo de decorar, antes de que la entregue, ¡claro!” - Él

 

Ella se mantenía callada en cuanto a preguntas para hacerle, su mamá y su abuela parecía que tenían muchas dudas sobre él. 

 

“¿Entonces eres de Milán?” - Mamá

 

“Una parte de mi siente que si, ya son muchos años viviendo acá desde que era joven. Nací en Como, pero llegué a Milán desde los cinco… solo viví un tiempo fuera cuando estudié mi maestría en Londres, negocios y cuando viví en Suiza un par de años.” - Él

 

“¿Entonces no eres casado, verdad?” - Abuela

 

Él se rió… “Abuela, esa información no nos interesa.” - Ella

 

“¿No te importa que te pregunte verdad? Como estas aquí cenando con tres hermosas mujeres.” - Abuela

 

“En efecto, muy guapas las tres. No, no estoy casado… si estuve, hace ya tres años, me divorcié. Por eso viví en Suiza, ella era de allá, nos conocimos en la maestría… y yo de enamorado me mudé para allá… pero no queríamos lo mismo para el futuro, así que mejor lo terminamos.” - Él

 

“Ella quería hijos y ¿tú no?” - Mamá

 

“Mamá, no preguntes eso…” - Ella

 

“No te preocupes, fue al revés, yo si quería y ella no… así que son situaciones que no se pueden sobrepasar, ninguno de los dos iba a cambiar de opinión.” - Él

 

“Que pena en verdad que te estén preguntando cosas tan personales… pero a todo esto ¿qué haces en la academia?” - Ella

 

“Doy un par de clases justo de interiorismo.” - Él

 

Estuvieron platicando toda la noche, al terminar la cena las llevó a su hotel, se despidió de ellas… “Nos vemos pronto.”, y se marchó. 

 

Se hizo una rutina que después de las clases él las llevaba a cenar, tuviera que dar clases o no, las encontraba en el colegio. Fuero a cenar la última noche, antes de que regresaran a México. 

 

Para ese momento ya habían conocido su trabajo, su despacho, sus lugares favoritos para cenar y platicado mucho de la vida de los cuatro. 

 

Cuando él se despidió, le dio dos besos en la mejilla y le dijo al oído “Me ha encantado conocerte, te veo pronto por acá cuando vengas a estudiar tu curso o cursos, ¡te estaré esperando!” 

 

Ella solo sonrió y no dijo nada solo un “Gracias por todo”. 

 

Llegaron a México y ella no podía dejar de pensar en todo lo que sintió cuando tomó las clases, se acordó de cuando quería dejar todo para estudiar diseño de modas y ahora no sabía dónde estaban esas ganas, pero se habían vuelto a despertar después de la gran experiencia que había tenido. 

 

Dos semanas después de haber regresado, entró al cuarto de su abuela. Le pidió diez minutos para hablar, antes de que comenzara a serlo… su abuela le dijo “¿Cuándo te vas?” 

 

“¿Cómo sabes que me voy a ir?” - Ella

 

“Porque te vi en Milán con la emoción que tomaste tus clases…” - Abuela

 

“El curso comienza en dos semanas, así que en una semana, para poder buscar donde vivir… ya hablé con…” - Ella

 

“¿Con él?, me lo imaginé… te escuché un par de noches hablando en inglés e intento de italiano.” - Abuela

 

“Pues si, se ha portado muy lindo, y pues feo no es… así que yo aprovecho.” - Ella

 

Siguieron platicando de todo lo que necesitaba para irse, ya su mamá sabía que estaba preparando todo y estaba de acuerdo. Esa mismo noche habló con su papá y le dijo, a lo que su papá le contestó “Tienes todo mi apoyo hija, has cumplido más de lo que habíamos quedado.”

 

Pasó la semana y voló a Milán, cuando salió de su sala con sus maletas, ahí estaba él esperándola, de acercó a ayudarle con sus maletas… pero antes la tomó de la cabeza con ambas manos y la beso, seguido de un ¡Bienvenida, te llevo esperando mucho tiempo y por fin estás aquí” 

 

Ella sonrió y le dijo “Ya por fin aquí estaré.” 

 

¿Vamos a tu nuevo hogar?” - Él

 

“Vamos.” - Ella

The end!

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