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La Niña 

de Madrid

Por Ana C Molinar Trujillo
*Todas las historias son creación y propiedad de Ana C Molinar Trujillo

A veces la vida te presenta con oportunidades que tú nunca buscaste. 

Llevaba ya seis años con él, pero sabía que algo faltaba, no sabía exactamente qué. Cuando se le presentó la oportunidad de vivir en Madrid, no lo pensó dos veces ¿qué tanto podía cambiar su vida? Si todo parecía estar muy estable. 

 

______

 

Tenía un trabajo estable, se había graduado apenas hace un año. A veces se preguntaba “¿no se que estoy haciendo aquí?” pero la idea tradicional de crecer y ser responsable, siempre la llevaba a hacer lo que tenía que hacer, no lo que en verdad quería. Otras veces se cuestionaba “¿lo estoy haciendo por mi o por alguien más?”  

 

La universidad había sido una gran etapa en su vida, conoció a su mejor amiga, vivieron muchas cosas durante esa época. Ella vivió la separación de sus papás y su amiga la pérdida de su papá. De esas relaciones que cuando las veías podías jurar que se conocían desde pequeñas. 

 

Antes de entrar a la universidad, ella conoció a él. Eran de la misma edad, distintas carreras y distintas escuelas, pero aún así, se veían mucho en la semana y siempre los fines de semana. Tenían una relación linda, nada espectacular, pero ella se sentía segura con él y lo consideraba un buen partido.  

 

Un día un mejor amiga le dijo “encontré una maestría en Madrid, me ofrecieron una beca y la voy a tomar ¿por qué no te vienes conmigo?” 

A lo que ella contestó “¡Cómo crees, no puedo irme así, sin hacer nada!”… la amiga le dejo toda la información de la universidad, la maestría y la solicitud de beca. Todo parecía que lo había planeado muy bien, a lo que ella solo pensó “¡en verdad quiere que nos vayamos juntas!”.

 

Pasó una semana, ella estaba sentada frente a su escritorio de la oficina con los papeles de la maestría que su amiga le había dado. No podía negar que por un lado le gustaría aplicar, una parte de ella le aseguraba que sería una gran experiencia. Continuó trabajando ese día, volteaba a ver los papeles de vez en cuando… hasta que pensó “no pierdo nada…” 

Después de que terminó la solicitud, llamó a su mejor amiga. Ambas estaban sorprendidas que lo hubiera hecho. 

Su amiga le preguntó que si ya lo había hablado con él, a lo que ella contestó “para que, igual y no me voy… ya cuando sepa bien que onda hablo con él”

 

Así que por un mes, solo habló del tema con su amiga, no le había comentado nada a sus papás, hermanos y mucho menos a él. 

 

Un día recibió una llamada a su trabajo, era la universidad avisándole que estaba aceptada para comenzar la maestría con una beca del 80%… ella no lo podía creer, solo pensó “¡ahora si le tengo que decir!”

 

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Continuará 

 

——-

 

Continúa 

 

Esa noche lo cito en su casa para después ir por un café, aún no sabía que le diría, pues no estaba al 100 por ciento segura de su decisión. 

 

Ella nunca había tomado una decisión así, para ella era más fácil seguir un “lista de vida” y no dejarse llevar por impulsos. Pero esta vez, no podía negar que le emocionaba vivir en otro país junto con su mejor amiga. 

 

Cuando él llegó a su casa se saludaron como siempre, no era una relación pasional pero sí cariñosa. Después de 6 años si habían hablado de casarse y formar una familia, pero ninguno de los dos llevaba prisa. 

 

Llegaron al café de siempre, el de moda con una linda sirena, donde podían hablar como dos grandes amigos. 

Mientras esperaban su orden, ella le comenzó a contar que su mejor amiga si iría fuera a estudiar la maestría, a lo que él solo pensaba “¿esto que tiene que ver con nosotros?”… Él se paró por las bebidas cuando escuchó su nombre, cuando regresó a la mesa le comentó “que bueno con ella”… y ella le comenzó a decir que ella también había aplicado, no quiso meter el factor de la amiga, que era algo que le gustaría hacer y le habían dado la beca y tenía ahorros para poder irse. 

 

“¿O sea te gustaría irte?” Le preguntó él. 

“Yo creo que si, jamas he tomado una decisión a la ligera…pero creo que me haría muy bien profesionalmente.” Le

respondió ella. 

“¿Cuántos años son?” él se notaba un poco inquieto, no sabía de donde venía esta decisión. 

“Es un año y medio”… “aún no tomó la decisión, no lo he platicado con mis papás, quería hacerlo primero contigo.” Ella le tomó la mano. 

Él se acercó a ella y le dijo “yo te apoyo en lo que decidas, si te quieres ir, si no quieres…”. 

Ella tuvo que preguntar “¿y nosotros?”

A lo que él contestó “cuando tomes la decisión estoy seguro que elegiremos la mejor opción para los dos, aún falta tiempo para que te vayas, en caso de irte. Lo único que quiero que sepas es que si te vas es porque tú quieres, si te quedas es porque tú quieres… yo no tengo que ser un factor de decisión.”

 

Esa noche en su cuarto todavía estaba más confundida, no entendía de dónde venía tanto entendimiento a una decisión impulsiva… solo se preguntaba si en verdad el veía un futuro juntos o no. 

Decidió no darle más vueltas y platicar a la mañana siguiente con su mamá y su papá. 

 

Se acercaba la fecha para que ella avisara a la universidad si tomaría la beca o no. 

Todo iba muy bien con él, la amiga le pintaba una vida increíble juntas, tenía el apoyo de su papá y su mamá… así que un día sentada en su oficina escribió el correo en respuesta a la beca: 

 

Estimada Universidad de M, 

Para mi es un orgullo que me hayan considerado para la maestría, el siguiente correo es para confirmarles que si tomaré la beca y estaré asistiendo en el próximo ciclo escolar. 

 

Dio click en el botón de enviar, en eso momento supo que algo cambiaría en su vida. No sabía que, pero este sentimiento de hacer algo que no estaba en sus planes le estaba gustando. 

 

Cuando salió de trabajar le mandó un mensaje a él a su teléfono. 

“Ya acepté la beca, si me voy a Madrid.”

A lo que él le respondió “tenemos que platicar, pasó por ti en una hora”. 

 

Por más que ella buscaba a su amiga para contarle, no la encontraba. Le mandó mensajes también… nada, no había respuesta. Solo pensó “seguramente tiene mucho trabajo, mañana sin falta me habla”. 

 

Él tocó a su puerta…

 

——

Continúa 

 

Se subieron a su coche, llevaban una conversación casual de cómo había estado el tráfico, el trabajo… de esas pláticas donde no quieres entrar en temas importantes. 

 

“¿A dónde vamos?” Le preguntó ella cuando se dio cuenta que no sabía a dónde iba. 

“Vamos a cenar al lugar italiano que nos gusta, así podemos platicar tranquilos.”

le comentó él mientras le tomaba la mano. 

 

Después de pedir de tomar en el restaurante comenzó esa platica que los dos estaban evadiendo un poco. 

 

“Entonces ¿si te vas?” - le preguntó él. 

“Si, ya acepte la beca, la verdad estoy muy emocionada.”… en ese momento sonó su teléfono, era su amiga. “Dame 5 minutos” le comentó a él. 

“Hola amiga, te he estado buscando ¿estás bien?” A lo que su amiga le contestó “Todo bien”… ella le comentó que no podía hablar que mañana la buscaba, colgó el teléfono. 

“Ya, perdón.” - dijo ella

“No te preocupes, cuéntame entonces ¿cuándo te vas?, ¿cuándo vas a renunciar?…” - él le preguntó

“Mi tendría que ir a más tardar a mediados de agosto. Del trabajo me dijeron que sin problema puedo trabajar desde allá, de hecho me ofrecieron una propuesta de pagar el resto de la colegiatura con un apoyo de vivienda.” - ella le comentó. 

 

La verdad, él estaba muy sorprendido que apenas estuviera recibiendo toda esta información, pero por otro lado la conocía muy bien, sabía que tenía que respetar su proceso. 

 

“Estuve pensando en que si te ibas qué pasaría con nosotros. Un año y medio a veces pienso que no es mucho y otras veces que es demasiado. Sabes que no te voy a pedir que no te vayas, jamas podría hacer eso. Tampoco puedo irme contigo tanto tiempo, pero si puedo coordinarme para ir a visitarte.” - él le comentó mientras tomaba su mano. 

 

A lo que ella contestó “Me pasa igual que a ti, no se si es mucho o poco, jamas te pediría algo así pero creo que podemos organizarnos para poder viajar juntos antes de que entre a la maestría, la visita en Navidad y cuando sea posible que tú vayas. Parece que yo tengo que venir del trabajo a un par de convenciones… si, creo que podemos hacerlo funcionar.”

 

Cenaron, comenzaron a planear los viajes que podían hacer juntos, era una noche donde los dos se sentían contentos, es como si algo hubiera cambiado… comenzaban a verse de una forma más pasional, sabiendo que no estarían tanto tiempo juntos. 

 

A la mañana siguiente, habló con su mejor amiga. 

Su mejor amiga le comentó que no había podido hablarle porque se dio cuenta que en la solicitud de maestría que ella metió, comenzaba en un par de meses, la universidad adelantó las fechas y tenía que avisarles si se iría o no. 

Ella le preguntó - “¿y qué decidiste?”… a lo que su amiga decidió “si me iré, no puedo dejar esta oportunidad… pero cuando tú llegues yo ya tendré todo listo”

 

Siguieron platicando de sus planes, ella le comentó cómo le había ido con él… la mejor amiga solo pudo decirle “órale, no me lo imagine, yo pensé que te diría que te quedarás, pero que buena onda que lo entendió. Sin duda sabe que esto es importante para ti. Ojalá mi novio fuera un poquito como él, yo creo que ya no hay forma de que sigamos cuando me vaya.” 

 

Llegó el día en que la mejor amiga se fue, ella siguió con su vida como siempre. Solo que la relación con él iba mejor que nunca, en toda la relación ninguno de los dos se había sentido así. Puede ser que por la posibilidad de perderse, lo hacía querer estar más con el otro. En algún punto ella se llegó a preguntar “¿será el momento de irme cuando estamos tan bien?… si me pidiera casarnos hoy le diría que si.”

 

Faltaban un par de meses para que ella tuviera que volar a Madrid, él la alcanzaría una semana después para comenzar su viaje de despedida. 

Estaban en casa de ella viendo una película, ella la pausó y le dijo: 

 

“Estoy muy confundida. Siento que estamos mejor que antes, cuando pienso que no te veré todos los días, me entra mucha angustia… ¿si será el momento para irme?”

 

Él la abrazo y le dijo “Créeme que he pensado en decirte que no te vayas o que nos vayamos juntos…yo tampoco quiero que esto termine.”

 

“¿Entonces? ¿Qué hacemos?”… le preguntó ella. 

 

A mi que él le contestó “¿tu que quieres que hagamos? ¿Te quieres quedar? ¿Te vas tú primero en lo que busco que hacer allá? ¿Nos casamos?…”

 

Ella se quedó callada sólo pudo pensar ¿casarnos?…

 

Continuará. 

 

——-

 

Continúa…

 

Ella respiro, sin saberlo cómo le dijo “Claro que me encantaría decirte que si, vamos a casarnos, pero creo que esta oportunidad que tengo no solo será buena para mi, también para ti. Siento que tomar la decisión de casarnos no debe ser por un miedo a perdernos.”

 

Él le contestó - “Tienes toda la razón, sigamos entonces con los planes que teníamos y como se vaya presentando todo, lo vamos resolviendo.”

 

Se besaron y siguieron cenando. Los dos sintieron que las cosas estarían bien. 

 

Pasaron los meses, ella se fue a Madrid, su amiga tenia todo listo de donde vivir, disfrutaron juntas la primera semana que ella llegó. Ella nunca había estado en la Ciudad, así que aprovecho para conocer un poco más. 

 

Él llegó como planeado una semana después, había pedido 3 semanas de vacaciones para poder hacer ese viaje que tanto habían pensando. 

 

Su mejor amiga y él se llevaban bien, solo tenían algo en común que era ella. 

Los primeros días que él estuvo en Madrid, la mejor amiga los acompañó a un par de lugares, por momentos les daba su espacio. 

 

Una noche él bajó a la farmacia por una medicina que necesitaba antes de comenzar el viaje con ella. Viajarían a distintos lugares de España. 

 

“Juré que él no iba a venir, en verdad va en serio todo lo que te dijo.” Dijo la mejor amiga. 

Ella le contestó “Si, claro que iba a venir, tenemos una relación de muchos años, estamos muy enamorados, no entiendo por qué la sorpresa.”

“No, nada más que es raro encontrar a alguien que te apoyé así, o bueno más bien yo no he encontrado a alguien así… pero bueno ese tema es mío” le respondió la mejor amiga. 

 

Ella ya no respondió nada, solo sintió un poco de envidia de su parte y solo pensó “Mis demás amigas lo entienden perfecto y ella que dice ser mi mejor amiga… que rara”.  No quiso entrar en más detalles, terminó de empacar su maleta para el viaje. 

 

Al día siguiente comenzaron un viaje que jamas olvidarían, platicaron de cómo había cambiado su relación cuando ella decidió irse. Él le comentó que ese momento le hizo ver que quería apoyarla en todo, que ella haría lo mismo… “Si tengo que decirte que al principio me saque un poco de onda, pero luego pensé que los dos estábamos nada más estando en la relación, que si en verdad quería saber cómo me sentía, tenía que darlo todo. Siempre he tenido claro que una relación es importante apoyar al otro sin querer cortar algo que la otra persona quiere hacer” 

A lo que ella le contestó “Si, eso siempre lo has dejado claro. Creo que en el fondo yo pensé que esta decisión sería para algo bueno para los dos o donde todo tendría que terminar.” 

 

Fueron tres semanas increíbles, cuando regresaron a Madrid. Todo estaba mejor que nunca. Llegó el día en que se tuvieron que despedir. Él voló de regreso a la Ciudad de México y ella comenzó su maestría y su trabajo a distancia. 

 

A las dos semanas que ella había regresado, su “mejor amiga” ya no la sentía así, le dijo que tenía que regresarse a México por temas con su mamá. Tenía que pausar la maestría por ahora y le habían dado el permiso. 

 

Ella solo le dijo “no te preocupes”, sabía que la mitad de la renta no le haría falta por el apoyo que tenía de su trabajo. Muy en el fondo se sentía aliviada que la amiga ya no estaría ahí. 

 

Los primeros 3 meses pasaron como si la distancia importaba. Falta un mes para que ella viajara a México para Navidad. 

 

Hubo un par de días que lo notó muy raro, si estaba presionado por el trabajo pero algo no se sentía como antes. 

Ella decidió no presionarlo, no era el tipo de relación que llevaban. 

Ella sabía que sería el cumpleaños de un amigo de él, que también estaría asistiendo su amiga. La amiga se había encargado de dejarle claro que ella iría, cuando llegaban a hablar le decía “yo te lo cuido”… y ella pensaba “¿cuidarlo? Ya está grandecito”

 

En una video llamada él le comentó “Te extraño mucho, la verdad no tengo muchas ganas de ir al cumpleaños. Además estoy muy cansado, el trabajo ha estado muy pesado.” 

A ella se le hacía muy raro que no quisiera ir al cumpleaños de su amigo, lo estimaba mucho, ella solo le dijo “Cómo tú te sientas, ya ese día decides”. 

 

Él si fue a la fiesta, solo que decidió llegar antes que alguien más llegara… para su sorpresa, la amiga ya estaba ahí. Algo pasó que él se sintió muy incómodo y se me fue. 

Llegando a casa le marcó a ella pero por la diferencia de horarios, su teléfono estaba apagado. Le mandó un mensaje “Te marqué, tengo que hablar contigo, márcame no importa la hora.” 

 

Al mañana cuando prendió su teléfono en redes, su amiga había subido fotos, subió una con él. A ella se le hizo un poco raro, porque si se conocían pero no era que se llevaran tan bien, no quiso hacerse ideas. Vio el mensaje de él, así que le llamó. 

 

“¿Cómo estás? ¿Todo bien? Me preocupo un poco tu mensaje ¿qué pasó?”… le dijo ella. 

“Si y no, estoy bien, solo que ayer ya pasó algo que en verdad, te juro que pensé que yo estaba loco… pero ya no se como manejar esto.” Él le comentó con un tono muy preocupado. 

 

“No sabía cómo decírtelo, pero esta chava que dices que es de tus mejores amigas, neta no es tu amiga. Desde que regresó a México me ha buscado con pretextos… yo le he dado largas. No te había dicho porque no le di importancia y la verdad no sabía si neta estaba exagerando pero ayer ya se pasó …” en su voz él se sentía muy angustiado. 

 

“De hecho ya no he hablado tanto con ella, dice que está muy ocupada… no tenía ni idea que te estaba buscando…¿por qué no me habías dicho?” Ella no pudo evitar sentirse enojada…

 

“No se, en verdad no sabía si estaba exagerando, muchas veces ni le contesté. No veía el caso…si quieres ver los mensajes los tengo todos aquí, algo me decía que está mujer nos iba a traer un problema.” Él le comentó. 

 

Él Comenzó a contarle que en la fiesta, ella también estaba ahí desde temprano, se le hizo raro, igual y estaba saliendo con su amigo. Hasta que su amigo le dijo “¿qué onda con esta chava, están teniendo algo?… me sacó mucho de onda que me preguntara si sabía a qué hora ibas a a llegar, que se habían quedado de ver pero que no le habías confirmado a qué hora llegabas”… obviamente le dijo que ni al caso, que no había nada, que ella lo estaba buscando mucho y él no le había contestado. 

 

“¿Pero que más pasó?” Ella preguntó. 

A lo que él le dijo “Me dijo que por qué te estaba esperando si tú allá estabas muy feliz, que no te importaba como estaba yo. Que yo debería pensar más en mi… lo peor fue cuando dijo que necesitaba a alguien como ella, que estuviera aquí conmigo… que nunca me lo había dicho pero que yo le gustaba mucho. Y fue cuando intento besarme.”

 

“¿Intentó?”… ella estaba muy enojada… 

 

“Si, intentó pero me quité, le dije que no se confundiera, que neta estaba mal. Le dije que dejara de buscarme.”

 

Ella comenzó a llorar, no entendía que estaba pasando. Él solo le decía “perdóname, en verdad no creía que fuera a llegar a esto”… cuando ella se pudo tranquilizar, él volvió a decirle “si tú quieres te los mando” … ella le contestó “claro que no me los tienes que mandar nada, yo  te creo a ti… solo que es mucha información.” Siguieron hablando un poco más hasta que ella le dijo que descansara y se marcarían en un rato. 

 

Para ella era domingo, salió a desayunar con unas amigas de la maestría, les platicó de lo que había pasado. Todas estaban en shock, menos una que si le dijo que ella en verdad no era su amiga, que la había conocido unos meses antes de que ella llegará y no hablaba nada bien de ella le comentó “yo pensé que se había regresado porque se habían peleado…”

 

Ella estaba súper sacada de onda que ella no la hubiera buscado…

 

Cuando ella llegó a México, todo con él estaba perfecto. Estaban mejor que nunca. Prefirieron ya no tocar el tema de la amiga… él nunca borró la conversación. No sabía que iba a decir al amiga. 

 

Cuando la amiga se enteró que ella estaba en México le mandó un par de mensajes…. Ella solo le contestó “no le veo el caso hablar… no dijiste nada en este mes…no tengo nada que escuchar de ti. Que te vaya bien.”… la amiga siguió insistiendo y prefiero bloquearla. 

 

Pasaron unos días muy lindos, ella regresó a México a un tema de trabajo en febrero. Para abril él fue a visitarla en Semana Santa y Pascua. 

Las cosas iban mejor que nunca. 

 

En un viaje en verano a Italia, él le dio el anillo en en Bolonia mientras conocían l ciudad. Ella le dijo “claro que si” pero esa no era toda la noticia. 

Él había conseguido que lo mandaran a las oficinas que la empresa tenía en Madrid, era una puesto que le permitiría crecer y estar juntos. 

 

Vivieron juntos en Madrid 5 meses, ella terminando su maestría, trabajando a distancia y él trabajando en una nueva Ciudad y un nuevo puesto. 

 

¿Se casaron? Claro… cuando ella terminó su maestría comenzaron la planeación para poder casarse en abril. Decidieron aprovechar el puesto que él tenía para quedarse más tiempo en Madrid. Después de un par de años se movieron un año a Londres y regresaron después a México. 

 

¿Y la amiga? Se la volvió a encontrar en una fiesta infantil… se saludaron pero ya no volvieron a hablar nunca. 

 

Ella aprendió que una pareja te impulsa, no te limita. Que no hay que vivir con prisa y saber disfrutar las oportunidades que la vida te presente. 

 

The end!

 

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