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La Niña de Amsterdam

Por Ana C Molinar Trujillo
*Todas las historias son creación y propiedad de Ana C Molinar Trujillo

Lo que iniciaría como un viaje para reencontrarse a ella misma, terminaría siendo un gran cambio en su vida. 

Nunca es muy temprano o muy tarde para saber que hay espinitas que no se pueden quitar por más que intentes. 

 

(La historia de la prima de una amiga) 

 

Desde que era chica jugaba a ser muchas cosas, como lo hacen muchas niñas. Fue creciendo y poco a poco fue conociendo habilidades y gustos que tenía, a veces no sabía si eran porque en verdad a ella le llenaban o porque los demás le decían “eres muy buena para esto”. 

 

Creció en una familia tradicional mexicana, no realizaban muchos viajes al extranjeros, eran muy contados. Eso si, conocían toda la República Mexicana, hasta lugares que a veces no mencionaban en mapas. Su mamá era una gran antropóloga, su papá arquitecto, su hermano mayo había seguido los pasos de su papá, cuando len preguntaban que estudiaría se limitaba a contestar “me gustan muchas cosas, aún no se”. En el fondo la presión era que en su casa siempre se hablaba de estudiar una carrera que fuera muy reconocida por la sociedad y aportaras a la comunidad. 

 

En la prepa no le disgustaban las clases de biología, anatomía, pero le gustaban también las humanidades. 

Después de darle muchas vueltas y con un poco de presión familiar, decidió estudiar medicina. 

 

Su familia presumía mucho “por fin una doctora”. Desde ese momento comenzaba a sentirse un poco perdida en lo que ella realmente quería. 

 

Pasaron los años, creció, siguió estudiando y ahora era una doctora con especialidad en pediatría con 33 años, parte de un grupo médico reconocido en la Ciudad de México, en los veranos seguía haciendo prácticas fuera de la ciudad. 

 

Un día, terminando consultas en su celular comenzaron a aparecer viajes a Europa. Había ido a cenar una noche anterior con sus amigas, como a todos nos pasa cuando hablamos de ciertas cosas, comienza aparecer contenido relacionado a nuestro interés. 

 

Miraba tantas imágenes, videos de personas viajando con sonrisas que decían “por fin vine a este lugar”, “estoy donde tengo que estar”… de pronto la interrumpió la asistente “doctora llegó una mamá con su hija, se siente muy mal y solo está usted ¿la puede atender?”, a lo que ella contestó “¡claro!”

 

Revisó a la niña de 7 años de edad, presentaba una infección, mucha tos, con tratamiento estaría bien. 

Mientras ella estaba hablando con la mamá, la niña se dio cuenta que si celular está desbloqueado en las imágenes de viajes, de repente interrumpió…

 

“¿Doctora, se va a ir de viaje?” - Niña paciente

 

“¿De viaje?¿No por qué lo dices? - Ella

 

“Es que dejaste en tu teléfono lugares para ir de viaje…yo fui el año pasado a Disney y a Amsterdam con mis papás…deberías de ir a Disney.” - Niña paciente

 

“Hija, no se ven otro celulares… perdón doctora.” - Mamá de la paciente

 

“No se preocupen… si, me encantaría ir de viaje pero tengo que seguir viendo y ayudando a muchos niños y niñas como tú que se sienten mal.” - Ella

 

“Yo pensé que cuando crecíamos podíamos hacer lo que quisiéramos, sin tener que pedir permiso a nuestros papás… dile a tus papás que te dejen ir.” - Niña Paciente

 

“Hija ya no tiene que pedirle permiso a sus papás… hay doctora que pena, así es esta niña.” - Mamá paciente

 

La doctora les dio su receta, se despidió de ellas y antes de cerrar la puerta la niña le dijo “Si no tienes que pedir permiso a tus papás, tienes primero… pues vete de viaje… en mi escuela nos dicen que luchemos por lo que en verdad queremos… bueno, bye doctora, me trae algo de su viaje.” 

 

A ella se le hacía tan extraño y tan cierto lo que la niña le estaba diciendo. Llevaba muchos años haciendo lo que debería pero no realmente lo que quería… “no, no tengo que pedirle permiso a nadie”, se sentó en su computadora y compró un boleto de ida a Amsterdam. 

 

“No se que estoy haciendo… pero se que quiero hacerlo.” - Ella

 

Continuará…

 

———

 

Sabía que no podía pasar mucho tiempo para irse, si no podría arrepentirse con todo lo que le dirían. 

Su vuelo tenía fecha para dentro de 3 días. 

 

Decidió no avisar a su familia hasta que estuviera en el aeropuerto lista para volar, no, no era lo ideal, pero estaba decidida a hacerlo. 

 

A la mañana siguiente renunció al grupo de médico pediátrico al que pertenecía. Tenía muchos ahorros e inversiones. Así que estaba lista para lo que viniera. 

 

Comenzó a arreglar su maleta, seguía viviendo en casa de sus papás, una educación muy tradicional. Así que si llegaban a preguntar por la maleta, solo asumían que seguro se iría a un congreso, pasaba en ciertas temporadas. 

 

Llegó el día de su partida, tomó un vuelo en el que se aseguraba que no hubiera nadie en su casa para salir cómoda con sus maletas. 

Todo iba como planeado. Cuando estaba por despegar les mandó un mensaje a su familia. 

 

“Querida mamá y papá, antes que nada quiero agradecerles todo lo que han hecho por mi, pero me he dado cuenta que no vivo una vida llena de pasión, se que hay algo más para mí que lo que hoy hago. Me voy a Amsterdam unos meses para de ahí viajar a otros lugares de Europa. No pretendo que lo entiendan pero que si lo respeten. 

Les llamo pronto.” 

 

Así comenzó una aventura única, sentía que por fin están haciendo algo que le daba mucha ilusión, saber que no tendría que pasaría la hacía sentirse viva. 

 

Llegó a Amsterdam, estaba sorprendida con el aeropuerto y la forma en que toda la ciudad estaba conectada y de una forma tan fácil de entender. Cuando llegó al centro de la ciudad, la arquitectura de las casas y canales, eran impactantes, como si fueras parte de una pintura. 

 

Respiro, respiro varias veces y se sentía ¡viva! 

 

Hizo check-in en un hotel, se daría unos días de estilo turista para después comenzar a buscar un lugar temporal para vivir. Antes de salir, supo que era momento de llamar a casa, le sorprendió un poco la respuesta de su familia cuando habló con ellos. 

 

“No, no entendemos nada de lo que está pasando. Pero es tu dinero, puedes hacer con él lo que quieras, seguramente tu trabajo te estará esperando cuando regreses…no se trata de tirar todo lo trabajado y aprendido. Cuando te canses de esta aventura, regresarás.” 

 

Ella decidió no decir nada, ni tenía vuelo de regreso. No le causaba conflicto que su trabajo no la esperara. Decidió fluir y hacer por primera vez algo que se sentía bien. 

 

Comenzó a compartir en sus redes todo lo que veía, paseaba y comía en Amsterdam. Para su sorpresa, subía muy buen contenido, tenía ese ojo cinematográfico, y comenzó a investigar más sobre cómo editar videos, fotos. Algo había cuando lo hacía que se sentía libre, como si lo supiera hacer desde hace mucho. 

 

Una tarde fue a probar una de las papás famosas de Amsterdam, eligió algunos toppings que jamas le hubiera puesto y fue a caminar por uno de los canales. Unos minutos después, encontró un spot en el que tenia que tomar una foto y video, todo desde su celular. 

 

Estaba tomando el contenido, cuando detrás de ella llegó él, interesado en lo que estaba haciendo y claramente, en ella. 

 

“Ese es un gran ángulo. Tienes buen ojo.” - Él

 

“Muchas gracias, se hace lo que se puede.” - Ella

 

Se presentaron y estuvieron platicando un rato..

 

“No entiendo, ¿te dedicas a generar contenido y viajar? ¿Eso te conviene económicamente?” - Ella

 

“Yo tampoco lo hubiera creído hace un año pero aquí estoy. Si te interesa te puedo ayudar, si quieres dedicarte a esto.” - Él

 

“Va, acepto… ¿cuándo comenzamos?” - Ella

 

Continuará …

 

——

 

 Continúa…

 

Llevaban ya tres semanas conociéndose, era muy buenos amigos. Él le recomendó algunos cursos de fotografía y edición en Amsterdam, ella los estaba tomando. 

 

Comenzó a conocer más gente, algunos pasaban por Amsterdam algunos días y otros se quedaban tiempo indefinido como ella. 

 

Estaba aprovechando cada minutos, sentía que no tenía nada más que perder, al contrario, mucho que ganar. 

En esas semanas que estuvo en Amsterdam, viajó a lugares cercanos, para conocer y sacar más contenido. Él casi siempre la acompañaba, había ocasiones donde ella iba sola y le gustaba mucho ese tiempo que pasaba con ella. 

 

Una noche cenando en casa de él, comenzaron a platicar de más temas personales, ella evadía siempre esos temas pero por alguna razón en ese momento si sentía con ganas de abrir esa caja de recuerdos. 

 

“Sabes que me he dado cuenta que hablas poco de tu familia, no me gusta generalizar, pero para ser mexicana no hablas nada.” - Él

 

“Es un poco complicado… creo que es la primera vez en mucho tiempo que no hablo de mi familia, necesitaba cortar el cordón umbilical y por primera vez escuchar lo que yo quería.” - Ella

 

“Te entiendo perfecto, créeme.” - Él

 

“¿Tú también vienes huyendo?” - Ella

 

“Si, al principio llegué acá como parte de un itinerario de viaje, literal un día salí de mi oficina, pasé a la casa por cosas, compré un boleto y llegué a Amsterdam. No se porque pensé en venir aquí…” - Él

 

“Creo que es un lugar que cuando lo dices en voz alta, no imaginas cómo es, cómo si por momentos desapareciera del mapa y piensas ¿quién querrá venir a visitarme hasta acá?” - Ella

 

“Si, un poco si… en el fondo quería algo distinto. Como español, hubo quienes pensaban que me iría a Madrid, Londres o París, pero quería algo que hasta su propio idioma fuera un reto.” Él

 

“Yo pensé que yo era de esas pocas personas que viene huyendo.” - Ella

 

“Yo creo que no estamos huyendo, tuvimos una necesidad de encontrarnos, de hacer un cambio por nosotros.” - Él

 

“Si, creo que si… en México me sentía perdida. Un día una paciente fue la que me dio estos mensajes y decidí comprar mi vuelo sin regreso…” - Ella

 

“¿Pacientes?… ¿Eres psicóloga?” - Él

 

“Soy pediatra, o bueno de eso ejercía hace 3 semanas.” - Ema

 

“Wow, si que tenías necesidad de encontrarte para dejar esa carrera así, ¿tu familia que piensa? ¿Vendrán algún día?” - Él

 

“Piensan que estoy haciendo un berrinche… en España dicen que estoy siendo una niñata… y que me cansaré y regresaré un día” - Ella

 

“¿Quieres regresar?” - Él

 

“No, la verdad no…” - Ella

 

“Perfecto, entonces te tengo una propuesta.” - Él

 

Estuvieron platicando por mucho tiempo, sin darse cuenta les había dado la madrugada. Él le pidió que se quedara, aunque Amsterdam era seguro, le ofreció quedarse en el cuarto de visitas para que pudiera descansar. 

Le tenía preparado una sorpresa. 

 

“Quédate aquí, mañana temprano pasamos a tu departamento, te bañas, te cambias y vamos al lugar que te propongo para platicar del proyecto que me encantaría hiciéramos juntos.” - Él

 

“Me parece muy bien.” - Ella

 

Ella se metió al cuarto de visitas, se puso una pijama que era de él. Cuando estaba por irse a dormir le llegó un mensaje de su papá, “¿Cuándo vas a regresar? Esto no puede seguir así, estás tirando todo por lo que trabajaste a la basura.” - Papá

 

Ella solo se limitó a contestar “Los amo, estoy muy feliz.”, apagó su teléfono y se fue a dormir.

 

Cuando estaba tratando de dormir, escuchó que había ruidos en la cocina. Se paró y vio que era él, se estaba haciendo un sándwich con muchos quesos. 

 

“¿Está todo bien?” - Ella

 

“¿Quieres un sándwich?” - Él

 

“Bueno, te acepto uno… pero ¿qué está pasando?” - Ella 

 

Continuará….

 

——-

 

Mientras él prepara unos sándwiches con muchos quesos en combinación con un poco de tocino, le comenzó a platicar lo que le tenia despierto. 

 

“Quería proponerte, se que dije que mañana te contaba, que hiciéramos contenido juntos, cada quien desde sus cuentas pero que podamos aprovechar los viajes juntos, las cámaras, las ediciones… la verdad es que al principio hacerlo solo estaba bien, pero tanta soledad a veces me pesa… ya sabes que hablo con todo mundo, pero hay días, muchos días donde lo que se necesita es una cara familiar.” - Él

 

“Eso estaría genial… ¿pero en donde está el pero que te tiene aquí despierto cocinando deliciosos sándwiches?” - Ella

 

“Acabo de darme cuenta que tenia un correo desde la mañana que no había revisado… es de parte de una de las empresas más importantes de drones y estabilizadores. Quieren que haga una campaña para ellos y contenidos, por varios meses… eso implica que tendré que viajar mucho, primero por Europa, después por Asía… es una oportunidad increíble.” - Él

 

“Si, claro que lo es, ¡sin duda tienes que tomarla!” - Ella

 

“¿Pero nuestro plan?” - Él

 

“Nuestro plan, el cual me encanta y acepto, podemos hacerlo sin problema. El chiste es generar contenido y si aprovechamos tus viajes ¡pues mejor!… claro, yo pago mis gastos ¡no te preocupes por eso!” - Ella

 

“¿En verdad no tienes tema de moverte tanto? Siento que apenas te estas adaptando a Amsterdam…” - Él

 

“Pero siempre tendremos Amsterdam para regresar.” - Ella, le dio una mordida al sándwich… Está D E L I C I O S O”

 

“Me encanta ¿entonces si?”- Él

 

“Pues claro que si” - Ella

 

“Por los viáticos no te preocupes, tengo un + 1 incluido en todos los viajes… en algunos lugares seguramente tendremos que compartir cuarto…” - Él

 

“Si me haces de estos sándwiches ¡no hay problema!” - Ella

 

“Te parece que antes de irnos te lleve a que conozcas los jardines de Keukenhof… te va a encantar, es donde puedes ver todos los tulipanes.” - Él

 

Quedaron en que desde ese momento iniciaría su viaje en recorrer y conocer el mundo juntos. Presentar lugares que tanta gente quiere conocer, hasta los desconocidos, es una gran forma de también dar al mundo. 

 

A la mañana siguiente, fueron a desayunar juntos. Era muy común que se la pasaran más tiempo de lo normal así, acompañándose. 

 

“¿Crees que tus padres alguna vez comprendan la decisión que tomaste?” - Él

 

“No, pero eso es trabajo de ellos. A veces me duele estar tan distante de ellos pero espero que un día me entiendan y vean que lo que hice antes no lo veo como perder el tiempo. Solo fue el pasó para estar donde hoy quiero estar, y no donde la gente quiere que esté.” - Ella

 

Pasó un mes en lo que él organizaba todo para el primer viaje.  Ella estaba empacando sus cosas y desempacando en casa de él, no tenía caso que rentara mientras estuvieran viajando. 

 

De repente sonó su teléfono, era su mamá… no sabía si contestarle pero decidió hacerlo. 

 

“Hola mamá ¿cómo estás? ¿Está todo bien?” - Ella

 

“Si hija, ¡sorpresa! Estamos en Amsterdam” - Mamá

 

“¡Mamá! ¿Es en serio?…No me la creo” - Ella

 

“Si hija, traje a tu papá para que vea lo contenta que estás, a mi me ha quedado claro con todo lo que subes a tus redes… soy tu fan no. 1, pero ya sabes que tú papá se toma su tiempo.” - Mamá

 

“¿Donde están?… ¿pasó por ustedes?…vale, los veo en el hotel, platicamos ahí y luego vamos a cenar.” - Ella

 

Le dejó una nota a él pegada en el refrigerador, se subió a su bici y se encaminó al hotel, le quedaba muy cerca. Andan en bici por los canales era algo que disfrutaba mucho, le hacía recordar porque había tomado la decisión y que era una muy buena. 

 

Llegó al hotel, su mamá la recibió con un gran beso y abrazo “Te he extrañado muchísimo hija, estás guapísima… te ves tan feliz.” 

 

“Si mamá, lo estoy” - Ella

 

Subieron al cuarto, ahí estaba su papá, sin desempacar, asomado por la venta viendo uno de los canales, aunque dijera que no, si llegó a pensar “que belleza”

 

Entraron al cuarto… ella y su padre se vieron, ella se acercó para poder darle un abrazo. Su papá no pudo seguir siendo duro al verla, camino hacia ella, la abrazo y le dijo “condenada, te he extrañado demasiado.” 

 

“Yo también a ti papá… yo también” - Ella

 

Les estuvo platicando de todo lo que hacía, como estaba viendo la vida de una forma distinta y que al recorrerla ella, mucho podían hacerlo con ella por medio de su contenido. 

 

“Yo no entiendo nada hija… no vengo aquí a hacerte cambiar de parecer, vengo a entender un poco y la verdad, te extrañábamos mucho.” - Papá

 

Estuvieron platicando un buen rato… “quédate a dormir hija” le pidió su madre, ella aceptó. No sabía de donde venía este cambio actitud de sus papás pero iba a aprovechar cada minuto con ellos. 

 

Antes de irse a dormir le escribió a él, “me quedó con mis papás esta noche, pero mañana me gustaría que te conocieran.” - Ella

 

A la mañana siguiente caminaron por el centro de Amsterdam y los llevó a su café favorito, con un pan delicioso. 

Su papá y su mamá, comenzaron a entender porque había huido de todo, tenia que llegar a este gran lugar que le dejaba claro que cada quien era distinto, tenía derecho a decidir su propia vida. 

 

Ella ya les había hablado de él, les comentó que era su gran amigo y comenzarían a viajar juntos. 

Fue un encuentro muy familiar, los papás de ella lo recibieron como si lo conocieran de siempre, él también se sentía muy cómodo. 

Les platicaron su próximo proyecto juntos, a los lugares a los que irían, el tiempo. 

 

En pleno desayuno su padre dijo “No, no puedo esperar tanto tiempo para verte de nuevo hija. Si les parece bien, podemos vernos en un punto medio para verte, viajar juntos y conocer.” 

 

“Me encanta la idea papá ¡hagamos eso!” - Ella

 

Sus papás estuvieron dos semanas más, mismas que ella aprovechó para estar con ellos, enseñarles Amsterdam, su deliciosa comida, su gran cultura y arquitectura. A la par, se preparaba para irse pronto con él de viaje, comenzar su plan de viajar. 

 

Antes de que su madre se fuera le preguntó “¿En verdad no hay nada más con tu amigo hija?”… “No mamá, somos buenos amigos, ahorita la verdad no pienso en eso…” 

 

“Ya veremos que dice el tiempo hija, si ya estás aquí, aprovecha…” - Mamá

 

“Si mamá, te lo prometo.” - Ella

 

Su papá la abrazo y le dijo “por fin entiendo por que te fuiste, te admiro mucho hija, ojalá yo hubiera sido tan caliente como tú” 

 

“Aún puedes papá, así lo harás…. Para mi eres la persona más valiente que conozco, si nos, de donde hubiera sacado tanta valentía.” - Ella

 

Los abrazo y los vio meterse abordar a las salas. Cuando iba caminando adentro del aeropuerto para regresar por el metro, estaba él esperándola… la abrazo y le dijo “¿lista para nuestra primera aventura?”

 

A lo que ella contestó “más que lista”

 

Continurá...

_______________

Continúa...

Sacó una maleta de cabina de su closet, su papá se la había regalado con una tarjeta que decía “Todo lo que crees que necesitas cabrá aquí, lo más importante no habrá forma de meterlo…te amo ¡a viajar! Nos vemos pronto. Papá.”

 

Comenzó a guardar todo lo que había visto en tutoriales que sería necesario llevar, una parte de ella se sentía tan liberada de viajar con poco, dejó un poco de espacio por cualquier cosita que se le cruzara en el camino. 

 

Él tocó a la puerta de su cuarto… “¿Ya lista esa maleta?”

 

“Ya, justo la acabo de terminar… es la maleta que me regaló mi papá ¿está linda no?” - Ella

 

“Esta perfecta, quería revisar contigo los últimos detalles del viaje a Berlin, pro antes de hacerlo quiero invitarte a un lugar que descubrí apenas… cuando me dieron a probar su pan sin duda pensé en ti… ¿vamos?” - Él

 

“¡Vamos!” - Ella

 

Estaban sentados en un café lleno de mucho arte, al asomarte por las ventanas podías ver uno de los edificios en la esquina más angostos de Amsterdam. Analizaban los colores de las casas, y tenían un juego donde comenzaban a contar historias sobre quién podría haber vivido ahí. 

 

“Antes de empezar este viaje, quiero contarte porque llegué a Amsterdam… se que te he dicho lo básico pero si vamos a empezar esta aventura de viajar juntos, espero que por todo el mundo, tenemos que ser honestos.” - Él

 

“Claro, estoy de acuerdo… cuéntame.” - Ella

 

“Hace tres años y medio me casé, muy enamorado pensando que sería para siempre. Pero claramente no fue así… ella era, bueno es una gran bailarina, su máxima pasión era bailar y yo como fotógrafo podía acompañarla a cualquier parte del mundo que ella quisiera. El tema fue que en una de sus giras, al regresar, la noté rara, distante… pensaba que estaría cansada, pero con los días la fui notando un poco triste… el punto es que una noche me dijo que estaba enamorada de alguien más, que no supo cómo pasó, pero que no podía seguir conmigo. No quise preguntar más, no tenía cabeza para detalles… así que inicié la solicitud de divorcio, firmé y volé a Amsterdam.” - Él

 

“Eso si que no me lo esperaba… gracias, gracias por contarme, lo lamento.” - Ella

 

“Yo no, se que suena fuerte pero es la verdad. Si hubiera seguido con ella no hubiera perseguido mis propios sueños, no estaría hoy aquí listo para conocer el mundo, hacer contenido y a la par preparar un libro.” - Él

 

“¿Un libro?” - Ella

 

“Si, quiero que hagamos un libro juntos de fotografías, los dos tenemos dos perspectivas distintas cuando miramos por el lente, comenzamos esta historia escapando de donde estábamos para poder encontrarnos, y ahora estamos por conocernos aún más desde distintas latitudes del mundo.” -Él

 

“Si, a veces creo que deberías de ser escritor.” - Ella, los dos rieron. 

 

Regresaron a casa y estaba todo listo para comenzar una aventura juntos. 

 

Llegaron a su primer destino, Berlín, la historia se sentía desde que dabas el primer paso, pareciera como si la tierra tuviera mucho que contar. 

El aeropuerto estaba un poco saturado, así que para caminar juntos y no separarse, él la tomó de la mano mientras iban dejando gente atrás. 

 

Para ella era solo eso, le agarraron la mano, pero él sintió lo suave que era su piel, su temperatura, lo cómodo que se sentía al tomarla y si, un poco de nervio “¿sería esto posible?” se preguntó. 

 

Cuando salieron del aeropuerto y no había más gente, ella se soltó de su mano para buscar su teléfono, él en cámara lenta, llevó su mano a su nariz para oler lo mucho que quedaba de ella en ese pedazo de su piel. 

 

“Listo ya llegaron por nosotros… ahí están.” - Ella

 

Él estaba como en pausa… no decía mucho. 

 

“Holaaaaa ¿está todo bien?” - Ella

 

“Si todo perfecto, vamos ¿te llevo tu maleta?” - Él

 

“Ay nooo de qué hablas, yo puedo… vamos que me muero de hambre y quiero ir a comer algo rico.” - Ella

 

Caminaron hacia el coche que los estaba esperando, se subieron y estaban listos ¡bienvenidos a Berlin!

 

Continuará….

——

 

Continúa…

 

Berlín, una ciudad llena de modernidad con contrastes históricos mundiales. Tenían muchas cosas por recorrer, planear contenidos para aprovechar la visita. Parecía fácil lo que hacían pero era todo un arte. 

 

De cierta forma se complementaban al trabajar juntos, eran honestos con lo que servía y con lo que no, una dupla maravillosa cuando se trata de convivir con alguien 24/7. 

 

La primera parada para comer era un restaurante que mezclaba la cocina japonesa con la peruana, Cocolo Ramen, pedían lo que el chef recomendara, muchos de los platillos que les servían eran en ocasiones creaciones del momento. Era imposible obviar que eran comensales comunes, los celulares y las cámaras salían al momento en que les presentaban un platillo. 

 

Ella estaba realmente fascinada, a veces no podía creer que su vida había cambiado tanto, con dar unos simples pasos a algo que había querido desde hace mucho tiempo, vivir, disfrutar. 

 

Después del segundo plato, dejaron de hablar de cosas que les había pasado en el día, él comenzó a entrar a una platica más seria. Mientras ella comía, tomaba fotos o pedía algo nuevo al mesero, él comenzó a verla de otra manera. Le gustaba mucho su perfil, su look un poco despeinado, siempre sonreía cuando pedía algo… simplemente pensó “es hermosa”. 

 

“Bueno, nunca hemos platicado de cuántos amores dejaste en México.” -Él

 

“Nunca me habías preguntado… ¿en verdad quieres saber?”- Ella

 

“Todo, lo que tú me quieras contar…” - Él

 

“No es historia larga ¿eh?… solo un poquito. Aunque no lo creas he regresado dos anillos.” - Ella

 

“¿Cómo? ¿Estuviste a punto de casarte? ¿Cómo eso no ha salido antes?” - Él

 

“Porque fueron buenas decisiones, creo que si hubiera sido al revés seguro lo contaría todo el tiempo… pero no…” - Ella

 

“Cuéntame ¿qué pasó?” - Él

 

“Los dos eran doctores, diferentes años claro… pero era obvio, cuando vives rodeado sólo de ellos, es lo fácil… te compras las idea de que te entienden y te conocen porque hacen lo mismo que tú ¿sabes?” - Ella

 

“Si me imaginé que igual y se dedicaban a lo mismo.” - Él

 

“Bueno para no hacerte el cuento largo, el primero me dio el anillo cuando tenía 24 años, era unos años más grande que yo, pero bastante posesivo. La verdad es que al principio pues si estaba enamorada pero poco a poco fue cambiando, lo tenia todo el tiempo encima de mi… dónde estás, con quién, qué haces… por qué… Me empecé a sentir saturada, ahogada.” - Ella

 

“Esos son lo que esconden todo mejor…”- Él

 

“Así, literal… si tenia mucho que esconder. Era un hombre muy guapo, doctor, cirujano plástico… imagínate. Un día me llevó a ver un departamento que había comprado para los dos… ya hasta decorado estaba, sentí que solo hacía falta el objeto que él más quería, una mujer… bueno el tema es que me quedé parada a la mitad del departamento y le dije que no podía casarme con él, yo era más que la esposa dé…así le regresé el anillo… meses después me enteré que éramos felices los tres, tenía más novias además de mi.” - Ella

 

“¿Y eso te dolió?” - Él

 

“Si duele, no porque quisiera estar con él pero sientes que te dieron la cara cuando tú fuiste honesta… tan honesta que le regresé el anillo.” - Ella

 

Traían platillos que nunca habían visto en otro lado, la mezcla de las dos cocinas eran muy ricas al paladar. 

 

“¿Y el segundo?” - Él

 

“El segundo fue un amigo, que estudiamos juntos desde la prepa, muy amigo, en algún punto mejores… y un par de años después que regresé el anillo me dijo que estaba enamorado de mi, yo venía de salir con cada patán, que llegue a pensar que igual el ideal estaba enfrente de mi, así que me di la oportunidad. Pero había un pequeño problema.” - Ella

 

“¿Cuál?” - Él

 

“No podía tener relaciones con él, nada más no podía… pobre… me daban unos ataques de risa, intentamos un par de veces y la última vez me dijo que igual después de la boda, y ahí fue cuando me dije a mi misma que estaba haciendo… le dije que no, que no iba a cambiar, así le regresé el anillo.” - Ella

 

“No lo veía venir… pero ¿te digo algo?… no me sorprende.” - Él

 

“A mi tampoco”- Ella, se rieron los dos. 

 

Terminaron de cenar, el chef salió a platicar con ellos un rato, sobretodo estaba dirigiéndose a ella, le contó un poco de su vida… cuando se despidió de ella le dejó su tarjeta con su teléfono personal y un mensaje que decía “Si te quedas más días y tienes uno libre, me gustaría invitarte a salir.” 

 

Después de leerlo hizo una sonrisa nerviosa y guardó la tarjeta, él sintió un poco de celos y solo le dijo “Lastima que tenemos agenda full.” 

 

Continuará…

 

——

Continúa…

 

Llevan tres días de cinco en Berlín, cada sitio que conocían y cocina que probaban, confirmaban que estaban viviendo algo increíble. 

Cada platicaba comenzaba a ser un poco más profundo, pasado, planes a futuros, de todo un poco, hasta gustos en series. 

 

El cuarto día en la mañana, él recibió una llamada de la marca que le estaba pagando todo el viaje, más un sueldo para hacer contenidos, lo citaron por la tarde para poder reunirse con él y organizar el próximo destino. 

 

“Vamos a tener que cambiar lo de la tarde ¿no te importa? Ya vi que mañana también nos da tiempo.” - Él

 

“Está perfecto, tener aunque sea medio día libre me parece bien, así descansamos un poco de todo.” - Ella

 

Para la tarde, él se fue a su cita y ella se fue a caminar a la Plaza de la República, comenzó a pensar que algún día tendría que abrirse de nuevo a tener una relación, sin presiones pero sin duda le gustaría alguien con quien compartir todo lo que estaba viviendo. 

 

Se quedó sentada en uno de los jardines, leyendo ‘El Peligro de Estar Cuerda’ de Rosa Montero, mientras comía una tarta de queso alemana y un café. Sintió como alguien le tocó gentilmente su hombro… “Esto si que es una sorpresa” - el Chef

 

“Ay que susto me diste…” - Ella, se rió “¿cómo estás?” 

 

“Ahora mucho mejor… ¿que haces por aquí, pensé que tenían agenda llena?” - - El chef

 

“Un pequeño milagro, solo la tarde libre… así que aproveché para venir a leer y claro, comer” - Ella

 

“Pues esto es una señal… ya sabía que no me ibas a llamar así que voy a aprovechar.” - El Chef

 

“¿Estás seguro que no te iba a llamar?” - Ella

 

“Al principio pensé que tú y él, eran pareja pero en toda la cena no vi ningún gesto romántico de tu parte … así que asumí que la novia se había enojado.” - el chef

 

“De mi parte no pero ¿de él si?” - Ella

 

“Se le nota como te mira.. bueno, ¿están o no juntos?” - el chef

 

“No, no estamos… somos amigos y se puede decir que socios. Yo creo que viste mal, él no me ve así.” - Ella

 

“Yo creo que si, da igual lo que yo piense sobre él, lo que si importa es lo que pienso de ti.” - el chef

 

“¿Qué piensas de mi?” - Ella

 

“Que eres muy hermosa, tienes una sonrisa que me encanta, de esas que no puedes dejar de ver y que en verdad quiero invitarte a salir.” - el chef

 

Ella solo pudo pensar que era un hombre muy seguro que iba directo a lo que quería, sabía muy bien lo que buscaba, pensó que no tenía nada que perder. Se estaba preguntando qué onda con su vida amorosa y llega este hombre… tenía que ser una señal. 

 

“¿A dónde me vas a invitar a salir?” - Ella

 

“¿Cuánto tiempo tienes?” - el chef

 

“Pues de ahorita hasta las 8:00 de la mañana de mañana.” - Ella

 

“No hay tiempo que perder, guarda tus cosas…” - el chef, la tomó de la manó y así se fueron caminando juntos hasta su camioneta. 

 

Le abrió la puerta, ella se subió con mucha familiaridad, como si lo hiciera seguido. Tomó su teléfono, él le había mandado mensaje que su reunión iba para largo, ella solo le contestó “nos vemos mañana como quedamos, no te preocupes.” 

 

“Bueno ¿estás lista para conocer el verdadero Berlín?” - el chef

 

“Súper lista” - Ella

 

El chef le tomó la mano y le dijo “vamos”

 

Continuará 

 

———

 

Continúa…

 

Pasaron una tarde increíble, ella aprovechó para hacer contenido de los lugares a los que el chef la había llevado. No se había dado cuenta que era muy tarde y su teléfono se había quedado sin pila, era casi media noche cuando escuchó a alguien más decir la hora. 

 

“¿En verdad es media noche?” - Ella

 

“Si, así es ¿ya te tienes que ir como cenicienta?” - el chef

 

“Si, mañana tengo muchas cosas que hacer en la mañana, pero la pasé padrísimo… el mejor tour de Berlín.” - Ella

 

“Vamos, te llevo a tu hotel.” - el chef

 

Al despedirse el chef la beso, ella no dijo que no y si, disfrutó bastante el beso. 

Antes de irse le dijo “Te veo en una semana en Amsterdam.” 

 

“Ahí te estaré esperando.” - Ella

 

Subió a su cuarto, conectó su teléfono… tenía un par de mensaje de él preguntándole si estaba bien, que ya había llegado al hotel y podía verla para platicarle.  El último mensaje decía: “No quise tocar, no sé si estás dormida o saliste, mañana nos vemos a la hora que quedamos y te platico todo ¡buenas noticias!”

 

Ella le contestó “Apenas vengo llegando, mañana te cuento. Descansa.” 

 

A la mañana siguiente desayunarían en el hotel, para enfocar sus actividades en los puntos que si o si tienes que visitar en Berlín. 

 

Ella bajó como siempre, con una sonrisa, cabello mojado, su mochila y un vestido que la hacía lucir muy linda. 

 

A él lo mataba la curiosidad de preguntarle con quién había salido pero no quería que pensará que estaba siendo chismoso. Pero sentía un poco de celos y de la nada preguntó “¿Tú que visite ayer?” 

 

“Si te cuento no me crees… pero me encontré al chef de Cocolo Ramen, el que me dio su tarjeta. Bueno el punto es que me llevó a lugares muy padres que van a servir para contenido. Me la pase muy bien…” - Ella

 

“Que bien, luego me enseñas que grabaste.” - Él, no supo que responderle, no quería que se notara que estaba un poco molesto con esa situación. 

 

“¡Además no sabes lo que me dijo!… Pensó que no le iba a llamar porque creía que estábamos juntos, bueno que creía que tú estabas muy enamorado y yo no, que igual estábamos pasando por una mala racha como pareja.” - Ella

 

“¿Y si le ibas a llamar?”… - Él

 

“¿No me escuchaste que dijo que si estábamos juntos?… no creo que demos esa pinta ¿no?… digo, no tiene nada de malo, pero nunca nos había visto de esa manera ¿tú si?” - Ella

 

Él no supo que contestar, tomó un trago de café… hizo una pausa y solo le dijo “No, yo tampoco… no lo había pensado… ¿entonces si lo ibas a llamar?”

 

“Pues ni idea, eso ya no lo vamos a saber porque ya salimos.” - Ella, sintió que él estaba un poco incómodo con la platica, decidió no contarle nada sobre el beso o la visita a Amsterdam. 

 

Ella cambió el tema… él no sabía cómo reaccionar. Le dijo que ahora bajaba se le había olvidado algo en el cuarto. 

Mientras ella esperaba en el restaurante le entró una llamada del Chef, platicaron un rato y quedaron de verse más tarde. 

 

Cuando él bajó, ella decidió ya no tocar el tema del Chef… solo pensó “qué raro se puso, nunca me ha dicho que le interesa algo más, ni a tenido detalles.” 

 

Él solo pensó mientras pedía el taxi para irse al primer punto de la lista “le hubiera dicho que si, que si me gusta… ¿pero qué tal que me dice que no y esto se termina?”

 

Visitaron los 3 lugares que les hacía falta para terminar el contenido. La platica al principio era un poco forzada, con el tiempo que pasaba fueron agarrando su ritmo de siempre. Ella le preguntó cómo le había ido en su junta. 

Él le comentó que increíble, que se iba a extender un poco más el contrato para poder visitar lugares fuera de Europa. Y había pensado podían ir a México. 

 

“La próxima semana tengo que regresar a Berlín a firmar unos contratos, te diría si quieres venir pero no se si tengas algunos planes.” - Él

 

Ella le sonrió y solo le dijo “No puedo, pero estoy segura te irá muy bien.” 

 

“Cierto, viene tu prima ¿no? Bueno un par de días…” - Él

 

“Si… pero tenemos bastante tiempo para planear el siguiente viaje.” - Ella, no quiso mencionarle que el chef iría de visita, en teoría no le debía explicaciones y segundo, el tema estaba siendo muy incomodó. 

 

Terminaron su día, él le preguntó si quería cenar para cerrar el viaje… ella le contestó que claro que si. 

Cenaron en Curry 61, se los habían recomendado mucho, precio accesible y muy rico, así aprovecharían para poder conocer el lugar y ver si lo ponían en su lista. 

 

Platicaron muy lindo, fue un cierre con mucha amistad, se abrazaron… se dio ese momento incómodo donde quedaron muy de cerca y ella sintió en ese momento un nervio extraño… por un momento pensó que él la besaría y la idea no le parecía mala. 

 

Él la volvió a besar en el cachete, le dijo te quiero y la abrazo. 

 

Ella entró a su recámara y solo dijo “No entiendo nada… nos vendrá bien esa semana que él no estará.” De repente sonó su teléfono y era el chef. 

 

“¿Pasó por ti?” - El chef

 

“Si, estoy lista” - Ella

 

Se cambió lo más rápido que pudo y en 15 minutos ya estaba abajo. 

Se abrieron las puertas del elevador y así como ella salía, vio al chef entrar por la puerta del hotel. 

 

Se sonrieron a lo lejos, caminaron para encontrarse, se besaron como si lo hicieran ya desde hace años, el chef la tomó de la manó y salieron del hotel. 

 

“¿A dónde quieres ir hoy? Se que es tarde pero hay lugares abiertos.” - el chef

 

“¿Vamos a tu departamento y me preparas algo muy rico de cenar?” - Ella

 

“Me parece un gran plan ¿Te quedas a dormir?” - El chef

 

“Yo feliz” - Ella

 

Ella no solía ser así, tan impulsiva, pero tantas cosas habían cambiado en tan poco tiempo que si algo adentro de ella le decía “hazlo” se dejaría llevar por ese sentimiento o intuición. 

 

Pasaron una noche entre risas, abrazos, besos, planeando a futuro, platicando sobre sus pasados. Hasta que llegó el momento donde ella supo que quería pasar la noche con él, totalmente. 

Fue una gran forma de cerrar su viaje, sentía que además algo nuevo estaba empezando, algo en ella. 

 

Para la mañana siguiente, desayunaron juntos en un café cerca de casa del chef. Le prestó la que era para él su sudadera favorita “no te la quitas, me la das ahora en Amsterdam, así estarás más cómoda.” 

 

La acompañó a su hotel, quienes los veían podían pensar que era una pareja estable de muchos años. Se besaron nuevamente y él le dijo al oído “Te quiero, nos vemos en unos días” 

 

Ella entró al hotel, terminó de hacer sus maletas… se dio cuenta que no le había contestado a él ninguno de sus mensajes de si desayunaban antes de irse… el último mensaje fue “Nos vemos en el aeropuerto” 

 

Ella llegó al aeropuerto, él la estaba esperando en el mostrado, se saludaron y él solo dijo “¿Lista para regresar a casa?” 

 

“Vamos.” - Ella

 

Continuará 

 

—-

Continúa 

 

 

Eran roomates, ella estaba buscando departamento para poder cambiarse sola. La dinámica en Amsterdam, regresó a la normalidad, aunque en ocasiones un poco rara, él intentaba estaba como siempre con ella, pero había momentos donde retrocedía un poco. Ella de plano no entendía que estaba pasando pero tampoco le dio muchas vueltas. 

 

El Chef estuvo presente por mensajes u llamadas con ella todo el tiempo, llegó a mandar flores un día, sin duda era muy detallista y ella se estaba dejando consentir. En la medida de lo posible intentaba alejarse de él cuando el chef le llamaba, sobre las flores no dijo nada, pero él tampoco preguntó. 

 

La semana se había pasado muy rápido y unos días antes de lo previsto, llegó su prima. Para ella recibirla fue un gran respiro porque se sentía a momentos tensión en el departamento, en una ocasión la prima le dijo “está muy pesado aquí el ambiente, o se besan y tienen algo o cada quien para su casa…” 

 

Faltaban dos días para que él volara de nuevo a Berlín, fueron a cenar los tres juntos a un lugar que a la prima le habían recomendado en un hotel Boutique, Hotel The Dylan. 

 

En esos momentos donde no había más que reír y platicar, todo regresaba a la normalidad, ella estaba comiendo de postre algo con crema y se manchó cerca de su boca. Él se inclinó hacia ella, ella hacía él, parecía que con un beso le ayudaría a limpiarse, pero solo acercó una servilleta y le dijo “aquí tienes un poco de crema.” 

 

Antes que terminaran de cenar la prima les dio las gracias por su hospitalidad “pero adelante mi viaje para España, así que me voy mañana.” 

 

“¿Tan rápido? Pensé te quedarías toda la semana que viene…” - Él

 

“Yo también pero tengo que ir a España, ya regresaré después con más tiempo…” - Prima

 

“Fue muy lindo tenerte aquí, aunque fuera rápido” - Ella

 

Cuando terminaron de cenar regresaron al departamento caminando, la prima les dijo que en unos minutos los alcanzaba, estaban unos amigos cerca y quería despedirse. Así que ellos siguieron caminando. 

 

De repente se hizo un silencio incómodo entre los dos… 

 

“¿Entonces no quieres venir a Berlín?” - Él

 

“No, no te preocupes, tú ve, disfruta… yo aquí tengo que hacer cosas, seguir viendo departamentos.” - Ella

 

“No hay prisa para que te cambies… aún estás a tiempo de venir.” - Él

 

“No, en verdad no puedo.” - Ella

 

“¿Segura?” - Él

 

“Si, segura…”- Ella, comenzó a molestarse. 

 

“Yo pensé que te gustaría ver a tu chef…?” - Él

 

Ella dejó de caminar, con un todo enojada y seria le contestó “¿Quieres que vaya para que te acompañe a ti y

pasemos tiempo juntos o para ir a ver al Chef?” 

 

Él se paró también… no sabía cómo reaccionar a su forma de hablarle tan enojada… “la que tú prefieras…”

 

“¿Te da igual?” - Ella

 

“Si, si… me da igual” - Él

 

“¿Qué está pasando? ¿Por qué siempre que sale al tema el chef te pones así? … no se como definirlo pero es muy incomodo.” - Ella

 

“No está pasando nada… no pasa nada, tú puedes salir con quien tú quieras.” - Él

 

“¿Estás seguro que es eso?¿no hay nada que me quieras decir?” - Ella

 

Él se quedó callado y comenzó a caminar. 

 

“¿Es en serio?… te vas a ir sin decir nada …” Ella

 

Él se frenó, volteó, camino hacia ella y le dijo “No tengo nada que decirte… es tu vida, tú y yo solo somos amigos, puedes salir con quien tú quieras… ¿contenta?” 

 

“Si… muy contenta, pues bueno como el tema no te incomoda, no te había dicho pero esta semana viene a visitarme, pero como no te importa.. da igual que te lo cuente.” - Ella

 

“Ya, ya entiendo porque no querías ir a Amsterdam… pero pásenla bien… ¿podemos ya irnos a casa?” - Él

 

“¿Sabes qué? Adelántate tú, voy a alcanzar a mi prima…” - Ella

 

Cada quien se fue por su lado… ella estaba tan enojada, frustrada… se quedó pensando por qué se sentía así, si en teoría no sentía nada por él de esa forma. 

Alcanzó a su prima con sus amigos, “prima, ya quita esa cara… ya llegará el día en que entiendan y acepten que se gustan… no, no me digas nada, vamos a pasarla bien ¡qué es mi última noche acá!” - prima

 

A la mañana siguiente… llegaron al departamento en vivo de la fiesta, él venía regresando del gimnasio. 

Tuvieron entre los tres una plática bastante básica. 

 

“Bueno, nosotras nos vamos a dormir, mi vuelo sale hasta media noche así que… un gusto, nos vemos pronto.” - la prima

 

Ella se metió a su cuarto, no le dijo nada. Ambas se quedaron dormidas. Cuando la prima se levantó para irse a las 10:00pm, él ya estaba en su cuarto, parecía estar dormido. La prima se fue y ella regresó a su cuarto. 

 

Cuando ella se despertó por la mañana, él ya no estaba… lo había ido a buscar a su cuarto pero estaba todo arreglado y sin su maleta con la que solía viajar. No había ni una nota, ni llamada, ni mensaje. 

 

Comenzó a prepararse el desayuno y sonó su teléfono, corrió a contestarlo pensando que podría ser él, pero era el chef. 

 

“Ya estoy aquí… ¿te veo en tu departamento? ¿Nos vemos en mi hotel? ¿Te invitó a desayunar?…muero de ganas de verte.”  - El chef

 

Ella sonrió, un poco decepcionada que no era él… “hola…hola…si quieres nos vemos en tu hotel… yo también a ti… si, me llevo cosas.” 

 

Ella y el chef pasaron los próximos cuatro días juntos, claro que disfrutaba estar con el chef, la hacía reír, la consentía, era detallista y cariñoso, sobretodo, sabía lo que quería. 

Se quedó con él todas las noches que él estuvo, tenían muy buena química, ella se sentía segura de estar con él. 

 

Con los días se fue olvidando que él no le había llamado, ni escrito…

 

Antes de irse el chef le dijo “Yo se que cambiaste toda tu vida para venir a vivir aquí, que encontraste este camino de hacer contenido, me encanta que lo hagas, creo que era muy buena. Se que esto te va a sonar una locura… se muy bien lo que no quiero y lo que si, quiero estar contigo. No puedo ofrecerte que viajare a muchos lugares contigo, pero podemos intentarlo. Sabes que tengo ganas de abrir un restaurante nuevo, fuera de Berlín y me gustaría ir a probar nuevas cosas. Perdóname si estoy siendo muy directo, pero siento que si no lo hago en cualquier momento te podría perder… ¿vente conmigo a Berlín?… no tiene que ser mañana pero cuando tú estés lista para hacerlo, y de ahí a viajar juntos y buscar un nuevo lugar que nos guste a los dos.” 

 

Ella no podía creer que el chef m estuviera diciendo esto… pero no lo sentía forzado, ni presionado… se sentía muy bien. 

 

“No me contestes nada ahora… piénsalo  y ahora que nos volvamos a ver me dices ¿te parece?” - el chef

 

Se besaron de nuevo, se abrazaron… el chef le dijo “te quiero, te veo en unos días en Berlín.” La dejó en su departamento, se subió a un taxi y se fue al aeropuerto. 

 

Ella se fue a caminar a los canales, dándole vueltas, pensando en que si quería estar con el chef, pero qué pasaría con sus planes con él… no sabía nada, no tenía idea si seguían siendo socios o no. 

 

Después de unas horas… llegó al departamento. Ahí estaba él, sentado en el sillón, esperándola. 

 

“Hola”- él

 

“Hola…”- ella

 

“No, no digas nada… tuve que regresar unos días antes porque me fui fatal, no hablamos en todo este tiempo y me he dado cuenta que lo eche todo a perder… en verdad discúlpame por todo lo que te dije…tenía miedo de perderte y creo que es lo que estoy haciendo… regresé también porque necesito decirte que te amo, si… lo dije, te amo. Ya se que somos amigos, socios, pero hace poco me di cuenta lo mucho que me gustas, lo mucho que te admiro, lo bien que me ha hecho estar contigo, la persona que me haces ser… quiero estar contigo, tengo que decirte que quiero estar contigo… puede ser que ya voy tarde, pero no pierdo nada, bueno… te perdería a ti si no quieres estar conmigo…” - él

 

“Ya, ya para… cállate por favor… no se que quieres que te diga… te pregunté antes de irte si tenías algo que decirme y te quedaste callado, dijiste que nada… luego te vas y no se nada de ti… y ahora regresas y me dices esto…” - Ella

 

Él se acercó a ella, intentó abrazarla, hasta que pudo, la tomó de la cabeza y le dijo … “escúchame, te amo… quiero estar contigo, es lo que puedo decirte ahorita, vamos a estar juntos.” Y comenzó a besarla, ella le respondió el beso… por dentro se sentía muy confundida, pero había algo en ese beso que le decía mucho. 

 

Cuando terminaron de besare, él le dijo “¿si?¿quieres que estemos juntos?¿qué seamos oreja?…” 

 

En ese momento sonó su teléfono… ella quitó las manos de él de su cara, vio que era el chef llamando… 

 

“¿Todo bien?” - Él

 

Ella se quedó callada, volteó a verlo, regresó su mirada al celular y ….

 

(Encuesta)

 

 

Ella aprendió que la única que podía tomar una decisión era ella, recordar porque había llegado a Amsterdam y elegir si quedarse con él y con el chef. 

 

PD: recuerda que siempre tienes dos opciones en la vida, tú decides qué historia tomar, sabiendo que la protagonista en tu vida ¡siempre serás tú!

 

——

Continúa…

 

El celular seguía sonando, solo lo volteó… comenzó a caminar en sentido contrario a él. 

 

“¿Qué pasa?¿esta todo bien?” - Él

 

“No, nada está bien… no se que esperas que te diga, tuviste varias oportunidades para decirme y ahorita no solo me dices que te gusto, pero que me amas ¿me amas?” - Ella

 

Él intentó acercarse a ella, “Si te amo, tuve que decírtelo antes y no esperarme a que me diera celos verte con alguien más… pero todo lo que me dijiste…” 

 

“¿Me estás diciendo que es mi culpa?¿qué te dije?… ahorita te quiero decir muchas cosas…” - Ella, estaba muy molesta con él. 

 

“No, no es por ahí… cuando me platicaste de tus ex, a los que les regresaste el anillo… parecía que estabas describiendo nuestra relación… él que era tu mejor amigo, con el que te la pasabas todo el tiempo porque hacían lo mismo…” - Él

 

“Solo te estaba contando lo que me había pasado, no estaba hablando de ti en ningún momento… si, pasamos mucho tiempo juntos, si, eres mi mejor amigo… y claro que me gustas, ¡me encanta estar contigo!… y es beso… pero porque esperarte a que alguien más llegará…” - Ella

 

“Pero… ¿no tienes nada serio con él, no? Solo han sido unas semanas…” - Él

 

“No creo que el tiempo defina si tienes que estar con alguien o no… es lo que pasa en esas semanas…” Ella, seguía sonando su teléfono. Lo desbloqueo y le mando un mensaje “¿Te puedo llamar en un momento?…” a lo que el chef contestó “Claro, no te preocupes no hay prisa, hablamos más tarde. Te quiero.” 

 

“¿Podemos hablar de nosotros por favor?… No se que tengas con el chef, me imagino es distinto… solo te quiero preguntar ¿qué quieres tu? ¿El chef te ha dicho que quiere estar contigo como yo lo estoy haciendo?” - Él

 

“Si, desde el día uno fue muy claro conmigo. Vino a visitarme… sabe lo que quiere, no tiene dudas, dice lo que que siente… quiere que estemos juntos, que me vaya con él un tiempo y se podría ir a donde yo quisiera…” - Ella

 

Él se sentó al escuchar eso… comenzó a tomarse la cabeza, y a decirse a si mismo “Te voy a perder por no decirte como me sentía…” volteó a verla… “tenía miedo de perderte, tu amistad, nosotros es lo mejor que me ha pasado en muchos años… estaba intentando de entender cómo estabas con tanto cambio, no sabía si estabas preparada… la verdad me sorprendió que salieras con el chef en Berlín cuando apenas lo habías conocido…” 

 

Ella se sentó a lado de él… “yo también me sorprendí, nunca había hecho nada así… pero te pregunté cuando regresamos y nada…” 

 

“¿Qué hubieras hecho tú en mi lugar… tienes a tu mejor amiga, a la persona con quien quieres y esperas estar siempre… no sabes si hay una posibilidad romántica… qué hubieras hecho?” - Él

 

Ella se paró del sillón y le dijo “Necesito pensar… una parte de ti te entiende, pero estoy molesta y si, me gusta la propuesta del chef… no se que decirte, no veo porque debo tomar una decisión así… en este momento.” 

 

Ella salió del departamento, él fue atrás de ella… 

 

“Espera por favor” - Él

 

“En verdad quiero estar sola ahorita.” - Ella

 

“No, no puedo dejar que te vayas de nuevo…” - Él

 

“No creo que quieres que te elija a ti por sentirme presionada… en verdad necesito tiempo… no es un no, solo es un no se…” - Ella

 

Él la soltó de la mano y le dijo “aquí estaré…”

 

Se fue a caminar a los canales… había un lugar en especial que le gustaba donde se sentaba a pensar o no pensar… tomó su teléfono y le llamó al chef.

 

“Hola… pues…¿y tu?… tengo que ser muy sincera contigo, estoy muy confundida… ¿qué pasó?… pasó que…” - Ella

 

Tardo un rato en platicarle lo que había pasado, como se sentía… el chef la escuchó con calma y antes de que colgaran le dijo “creo que necesitas tiempo, es tu decisión, no es de él ni mía… me encantaría decirte que me eligieras a mi, pero no es lo que yo quiera… llegaste a Amsterdam porque te estabas eligiendo a ti…creo que debes hacer lo mismo…” 

 

Ella le agradeció lo que le estaba diciendo y antes de colgar le dijo “ves…por este tipo de respuesta todo se vuelve más complicado… pero gracias, en verdad.” 

 

No sabía ni cómo empezar a tomar esa decisión… le entró una llamada, era su papá. Ella intentó que no se le notara lo que estaba pasando, pero la conocía tan bien que era inevitable esconderlo. 

Su papá la escuchó detenidamente, y le dijo “vamos a vernos, te caería bien estar en familia… todo esto que has vivido ha sido muy rápido… necesitas tiempo.”

 

Ella aceptó, su papá le mandó un boleto para volar a Barcelona, Justo habían quedado de verse pronto en España, así que ese tiempo le caería muy bien. 

 

Cuando estuvo más tranquila regresó al departamento… él la estaba esperando. 

 

“No te preocupes, no voy a decirte nada más… solo quería saber que llegaste bien. Descansa…” - Él

 

Antes de que él se metiera a su cuarto, ella sintió un impulso de detenerlo… puso su mano en su espalda y le dijo “espera”… lo miró y lo besó, él tomó su cuerpo y lo acercó al de él… se besaron de una forma muy apasionada… sin pensarlo mucho, se dejaron llevar por el momento. Ella lo tomó de la mano y entraron al cuarto de él, por primera vez estarían juntos… así en una noche donde él era por momentos muy pasional y en otros tierno, amanecieron juntos. 

 

Cuando ella se despertó… él le había preparado un latte y un pan con un poco de mermelada que comprado en una tienda que les encantaba a los dos. 

 

“Buenos días…” - Él

 

“¡Hola!”- Ella

 

Él se acercó y la besó… se sentó frente a ella en la orilla de la cama… “no puedo creer que estás aquí… conmigo.” Y volvió a besarla de nuevo… 

 

“¿Qué me trajiste?” - Ella

 

“Dos de tus favoritos…” - Él

 

Ella tomó el latte y el pan “gracias… moría de hambre…”

 

“Ayer fue algo increíble…” - Él

 

“Si, lo fue… necesita saber que significaba para mi, que sentía estar así contigo…” - Ella

 

“Para mi fue todo…” - Él

 

“Para mi también… de repente te vi, estaba tan enojada pero a la vez, me habías dicho que me amabas… y cuando te diste la vuelta solo pude pensar que no te quiero perder… que eres tú.” - Ella

 

“¿Si soy?…” - Él, y se acercó a besarla

 

“Si, si eres…” - Ella, lo beso de nuevo

 

“¿Y ahora qué?” - Él

 

“Mañana viajo a Barcelona a ver mis papás…ayer me llamó papá cuando estaba en medio del caos y me dijo que me haría bien verlos…”- Ella

 

“Barcelona te va a encantar…” - Él

 

“¿Y si me acompañas?” - Ella

 

“Me encantaría ir y poder ver también a mi familia, pero creo que este viaje lo tienes que hace tú… creo que es buena oportunidad para que puedas pasar tiempo con tus papás ahora que entendieron por qué te fuiste ¿sabes?” - Él

 

“Solo siento que es mucho tiempo…” - Ella 

 

“Yo voy a estar aquí esperándote y si Fe planeo me extrañas mucho me llamas y me lanzo…” - Él

 

Ese día estuvieron todo el tiempo juntos, se sentían tan bien estado juntos, besándose, tomados de la mano por Amsterdam. Ella dejó su teléfono en casa, no quería estar distraída con nada y estar con él. 

 

Mientras estaban comiendo, él se levantó por un momento y cuando regresó a la mesa le dijo “te llama tu papá”

 

“Hola papá ¿está todo bien qué pasó?” - Ella

 

“Todo bien acá… me imagino que si estás con él es porque ya tomaste una decisión…” - papá

 

“Si… decisión tomada”- Ella

 

“Excelente porque ya le compramos su vuelo también… este viaje es en familia así que también debe de venir…” - papá

 

“¿Cómo sabías que…?” - Ella

 

“¿Qué lo ibas a elegir?… porque te conozco y cuando te vi con él, todo hizo sentido. Por fin encontraste a la persona que te entiende por quien eres tú y quieres ser…”- papá

 

“Te quiero papá… nos vemos mañana” - Ella

 

Colgó y él le dijo “Mis papás te van a amar.” 

 

“Pues claro… si soy lo máximo…” - Ella

 

Se besaron y fueron a casa a preparar todo su viaje. 

Al día siguiente mientras ella estaba por abordar, le mandó un mensaje al chef “No es fácil decirle adiós a un hombre como tú, siento que a veces lo que pasó fue parte de mi imaginación… fue hermoso, único… sé que encontrarás a alguien que en esos momentos sienta que es ahí donde siempre tenía que estar, esa persona no soy yo. Gracias por los días increíbles juntos, en verdad te deseo lo mejor.” 

El chef, por primera vez se había quedado sin palabras, había leído el mensaje pero no le contestó nada. 

 

Ella se acercó a él que estaba en la fila para abordar… “¿lista?”… a lo que ella contestó “Te amo”, y lo beso. 

 

Hay momentos en la vida en que esa intuición no te dejará sola por más enojada o confundida. Ella sabía que elija por ella, no por nadie más, donde ella se sentía tranquila, donde en verdad tenía que estar. 

The end!

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